Charla con una experta en materia de tribunales penales y el enjuiciamiento de autores de violencia de género, y acceso de las mujeres a la justicia.

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Maxine Marcus es una fiscal penal internacional que tiene 15 años de experiencia internacional en materia de justicia penal como fiscal y como investigadora en Chad (para Darfur), Sierra Leona, Bosnia y Herzegovina, Hungría, Kosovo, Ingusetia/Chechenia, Côte d'Ivoire, Etiopía (Gambella) y Guinea. Foto: Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia

Mientras la Asamblea General de las Naciones Unidas se reúne esta semana para sesionar con énfasis particular en el Estado de Derecho, Maxine Marcus, experta en investigaciones y procesos penales de delitos de género, habla con ONU Mujeres sobre los progresos en este ámbito y el camino que queda por recorrer.

Como persona de vasta experiencia en el enjuiciamiento de delitos de género, ¿de qué manera cree Ud. que la labor de los tribunales penales internacionales cambiaron o mejoraron el panorama de justicia para las mujeres?

Al observar los desarrollos de las últimas dos décadas, se puede decir que ha ocurrido un cambio muy positivo en materia de justicia para los delitos de género. Hace apenas 20 años no había posibilidades de justicia para las sobrevivientes de estos crímenes atroces. Hemos recorrido un largo camino desde entonces. Los tribunales internacionales, incluyendo los tribunales especiales, los mixtos, y ahora la Corte Penal Internacional, han logrado llevarle justicia a cientos de sobrevivientes de delitos por motivos de género.

A medida que la justicia se torna más accesible para las sobrevivientes, se corre la voz: otras sobrevivientes se sienten más confiadas para prestar testimonio y así se está escuchando a un número creciente de valientes mujeres. En consecuencia, los autores de delitos de género están siendo apresados y castigados; ya no pueden confiar en que jamás deberán responder por los crímenes que cometieron. En los últimos años, a través de la experiencia de acercar la justicia a las sobrevivientes, las cortes internacionales también han creado e implementado mecanismos para proteger y dotar de poder a las mujeres mediante su participación en los procesos judiciales. Este es nuestro fin último como fiscales de delitos internacionales de género: el empoderamiento a través de la participación en el proceso de justicia.

¿Cómo cree que la labor del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) ha elevado los estándares en esta área?

El Tribunal para la ex Yugoslavia es la “nave nodriza de la justicia penal internacional después de la Segunda Guerra Mundial y ha sido el primero en enjuiciar eficazmente los delitos de violencia sexual y de género cometidos durante el conflicto armado. Algunos de los primeros casos del TPIY se centraban en impartir justicia para los delitos de género cometidos tanto contra las mujeres como contra los hombres.

La primera jurisprudencia penal internacional, y en particular la primera jurisprudencia de género, surgieron de los primeros casos del TPIY. El Tribunal se proyectó a partir de ese legado e incluyó cargos referidos a violencia sexual y de género en la calificación de las acusaciones, algunas de las cuales ya se convirtieron en condena, mientras que otros casos, incluyendo delitos por motivos de género, todavía están en proceso. Estos casos resultaron en la condena de líderes de alto rango por crímenes de violencia de género cometidos por subordinados o coautores, lo que sentó precedente en cuanto a la responsabilidad adjudicada por esos crímenes a las jerarquías de mando más altas.

A partir de los precedentes establecidos por el Tribunal para la ex Yugoslavia y desarrollándolos aún más, otros tribunales internacionales siguieron la huella marcada por el TPIY y llevaron adelante acusaciones exitosas contra personas a título individual por crímenes de violencia sexual y de género. El TPIY también sentó precedentes sobre mecanismos eficaces que brinden seguridad física y psicológica y asistan a las testigos sobrevivientes, tanto dentro como fuera de las salas de justicia, antes, durante y después de prestar testimonio. Estas estructuras también sirvieron de modelo para otros tribunales internacionales.

Por último, y lo que es más importante, el TPIY ha trabajado para garantizar que los efectos de la justicia de género se difundan a través de las comunidades de la antigua Yugoslavia de modo que la comunidad afectada se beneficie de saber que se hizo justicia. Esto se realiza mediante actividades de enlace con esas comunidades, lo que sirvió para llevarles una justicia tangible a las sobrevivientes de crímenes de género, incluso cuando ellas mismas no hubieran participado directamente en el proceso judicial. Otros tribunales también tienen iniciativas de enlace inspiradas en el precedente del Tribunal para la ex Yugoslavia.

Como asesora en temas de delitos de género, ¿en qué áreas ha trabajado para obtener mejoras en términos procesales y de acceso de las mujeres a la justicia, como por ejemplo en Guinea? ¿Por qué el conocimiento experto en esta área ha sido tan importante?

Las cortes internacionales no son el único actor internacional implicado en el acercamiento de la justicia a las sobrevivientes de delitos de género. Son muchos los actores clave en esta misión que están reuniendo evidencias de delitos de violencia sexual y de género con el objetivo de finalmente impartir justicia, pero que de forma inicial operan fuera del ámbito de la institución judicial.

Entre los abocados a acercar la justicia a las sobrevivientes se encuentran las Comisiones de Investigación de la ONU, otras agencias de la Organización, y organizaciones no gubernamentales que trabajan por los derechos humanos. Las Comisiones de Investigación de la ONU en particular se abocan a la tarea de recabar pruebas para su posible uso en un contexto judicial, y se ocupan también de investigar no sólo las violaciones a los derechos humanos cometidas por los estados, sino además las violaciones al derecho penal internacional.

Recientemente, sus mandatos también incluyen la identificación de los presuntos autores de crímenes internacionales, incluidos los de violencia sexual y de género. Así, la inclusión de estos equipos expertos en investigación y procesamiento de delitos internacionales de género resulta fundamental para garantizar que las testigos sobrevivientes no se vean perjudicadas de ningún modo en el proceso de investigación y que las pruebas sean recolectadas de tal forma que sirvan al proceso judicial. ONU Mujeres (y su predecesora UNIFEM) ha dado ejemplos de la importancia de incorporar a estos expertos y expertas en investigación y procesamiento de crímenes de género a las Comisiones de Investigación.

En cooperación con Justice Rapid Response, que ha capacitado y reunido a expertos/as internacionales, incluyendo expertos/as en investigación y procesamiento de delitos internacionales, ONU Mujeres desempeña una función central en garantizar el acceso de las mujeres a la justicia. Como primera experta en género de ONU Mujeres destinada en la Comisión de Investigación de la ONU en Guinea, pude aportar a un equipo de por sí magnífico un conocimiento experto adicional que es específico a la investigación y procesamiento de la violencia de género, entendida como una violación del derecho penal internacional. Esta función complementaba el equipo de talentosos investigadores de derechos humanos y allanó el camino para una investigación eficaz y su informe correspondiente, que es esencialmente un registro que puede emplearse en un proceso judicial. Tengo la esperanza de que la valentía de las sobrevivientes, cuyas vivencias fueron finalmente documentadas, las lleve a los tribunales, ya sean estos nacionales o internacionales, donde de verdad se pueda hacer justicia.

¿Qué anomalías se han abordado con más eficacia y que Ud. haya podido apreciar sus efectos?

Los esfuerzos iniciales de llevarle justicia a las sobrevivientes de violencia de género habitualmente presentaban deficiencias que obedecían a la falta de conocimiento experto entre quienes hablaban con las testigos, la falta de comprensión acerca de cómo facilitar su acceso a la justicia y la falta de mecanismos de protección. Todas esas áreas han sido mejoradas enormemente por los tribunales internacionales, según lo expresan las propias sobrevivientes. Los efectos son tangibles: muchas declararon que su participación en el proceso judicial las ha dotado de poder y que esa participación significó un punto de inflexión en su vida.

¿Cuáles son algunos de los principales desafíos que persisten para las mujeres al momento de acceder a la justicia y beneficiarse plena e igualitariamente del estado de derecho? Y en su opinión ¿qué es lo qué más hace falta en la respuesta institucional, nacional e internacional?

Pese a los logros extraordinarios que se han obtenido, la justicia de género todavía es esquiva para la mayoría de las testigos sobrevivientes. Los mandatos de los tribunales internacionales están hechos para procesar solamente a los responsables a gran escala, y es así que los oficiales de alto rango responsables de violaciones al derecho penal internacional sí están siendo juzgados, pero muy a menudo los autores directos de los crímenes de violencia de género quedan impunes. Incluso internacionalmente, en la realidad, sólo unas pocas sobrevivientes de delitos de género de verdad tienen la oportunidad de comparecer ante la justicia.

Las instituciones nacionales judiciales necesitan el apoyo internacional en todas las fases del proceso judicial, desde la investigación hasta el enjuiciamiento, para garantizar así el acceso de las mujeres a la justicia. Esto debe incluir necesariamente los aspectos de seguridad que impiden ese acceso. Para seguir apoyando a las instituciones internacionales y nacionales, es necesaria una capacitación experta adicional y especializada para formar la comunidad de expertos/as en investigación y procesamiento de crímenes de violencia sexual y de género. Estos expertos y expertas (una vez que se cuente con la cantidad necesaria) pueden luego ser designados sistemáticamente a los equipos internacionales y nacionales de las iniciativas para el acceso a la justicia de las sobrevivientes de violencia de género.