Una nueva ley en Kirguistán endurece las penas por secuestro de novias

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“Hay que golpear a las mujeres todos los días”, nos cuenta Kamilla* repitiendo las siniestras palabras que pronunciaba el marido de su difunta hermana. Cuando tenía 19 años, secuestró a Kupila, la hermana, para casarse con ella. “El matrimonio fue una pesadilla”, recuerda Kamilla, temblando al pensar en lo que sufrió su hermana.

Bride

Este cartel de una mujer que fue secuestrada para ser novia con cinta adhesiva en la boca para simbolizar su incapacidad de hablar, fue producido por las Naciones Unidas para la campaña 16 Días de activismo contra la violencia de género de 2011 en Kirguistán. Crédito de la foto: Grupo temático de las Naciones Unidas sobre cuestiones de género en Kirguistán/Baktybek Meimanbekov

La práctica de secuestrar novias es un hecho generalizado en Kirguistán, y todavía hay quienes la consideran una tradición valiosa. “Según estas tradiciones, cuando un kirguís desea contraer matrimonio, elige una novia y empieza a planear el secuestro. Esto es una vulneración grave de los derechos humanos.

Las mujeres suelen ser objeto de violencia física y violaciones. Se sienten humilladas y se consideran un bien en manos de otro”, explica Kamilla, de 37 años, que trabaja como voluntaria en la Women Support Centre (Centro de Apoyo a las Mujeres), una ONG beneficiaria del Fondo para la Igualdad de Género.

“Mi hermana tuvo que pasar por todas esas vivencias atroces, y cuando finalmente decidió divorciarse, el marido la mató”.

Posteriormente, el marido fue condenado por homicidio y está cumpliendo una pena de prisión.

Pero las medidas para hacer frente a la práctica del secuestro de novias siguen siendo un desafío. Según los datos de la ONG Women Support Centre, que trabaja para poner fin a la violencia contra las mujeres, todos los años hay en Kirguistán por lo menos 11.800 casos de sustracción forzada de mujeres y niñas, y más de 2.000 de esas niñas también afirmaron haber sido violadas[1] .

Rimma Sultanova, una especialista de Women Support Centre, afirma que la justicia sólo investiga uno de cada 700 casos, y añade que esta cifra es significativa en cuanto demuestra la ineficacia de los organismos del orden público y el sector judicial. En Kirguistán, sólo uno de cada 1.500 casos de secuestro termina con una condena judicial[2] .

El 20 de diciembre de 2012 el Parlamento dio un paso en la dirección correcta: aprobó una ley que endurece la pena aplicable a la práctica generalizada de secuestrar novias. El Presidente de Kirguistán, Almazbek Atambayev, dio su aprobación oficial a esta enmienda del Código Penal el 26 de enero de 2013.

Tras su publicación a principios de febrero, la pena para quien obligue a una mujer a contraer matrimonio forzado podrá llegar hasta los 10 años. Antes el delito tenía una pena máxima de tres años de prisión.

Aunque Kirguistán había ratificado la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención sobre los Derechos del Niño y otros tratados internacionales destinados a impedir la violencia y la discriminación contra las mujeres y las niñas, se necesitó muchos años de activismo y movilizaciones para que se modificara la ley.

“Según el artículo 36 de la Constitución, no podrá inscribirse ningún matrimonio que no cuente con el consentimiento mutuo y voluntario de los contrayentes”, explica Ainuru Altybaeva, una parlamentaria de la República Kirguisa que presentó la propuesta de enmienda del artículo 155 del Código Penal para aumentar las penas aplicables al “secuestro de una mujer para obligarla a contraer matrimonio contra su voluntad”.

La señora Altybaeva y Kamilla, así como un amplio grupo de ONG, activistas, artistas, deportistas, la federación de fútbol, los medios de comunicación y el sector privado participan activamente en la campaña del Secretario General de las Naciones Unidas Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres en Kirguistán, encabezada por ONU Mujeres. Para apoyar la enmienda del artículo 155 del Código Penal y promover la erradicación de la sustracción forzada de mujeres, se organizó una serie de partidos de fútbol, recorridos multitudinarios en bicicleta y una actividad de colocación de banderas para divulgar “155 lemas”.

UNiTE activists

Alrededor de 100 activistas de ÚNETE participaron en una actividad para colocar banderas de colores en el centro de Bishkek, la capital de Kirguistán, el 10 de diciembre de 2012. Estas 9.800 banderas rojas representan a las mujeres que fueron secuestradas y obligadas a contraer matrimonio contra su voluntad; 2.000 banderas blancas representan a las mujeres que padecieron violencia sexual; y 7.500 banderas violetas, a las mujeres que presentaron denuncias formales por violencia doméstica. Crédito de la foto: ONU Mujeres/Eric Gourlan

“Atreveos a hablar, contad vuestras historias, no tengáis miedo: así os convertiréis en agentes del cambio. Si empezáis a luchar, romperéis las cadenas”, dice Kamilla. Esto es lo que suele decir a las sobrevivientes que acuden al Women Support Centre en busca de ayuda. Allí trabaja como voluntaria para prestar asistencia a otras mujeres que han sufrido experiencias como la de su hermana.

Los esfuerzos de promoción realizados por grupos de la sociedad civil, con el respaldo de ONU Mujeres, lograron la aprobación final de la legislación que endurece la pena contra la práctica generalizada del secuestro de novias.

“Se trata de un indicio alentador del compromiso del gobierno kirguís para poner fin a la violencia de género, y sin duda seguiremos con interés la aplicación del nuevo artículo”, indicó Sabine Machl, la representante de ONU Mujeres en Kirguistán, después de que el Presidente firmara la enmienda a la ley.

*Se ha cambiado los nombres de las mujeres mencionadas en este artículo para proteger su identidad.


[1] Women Support Center http://www.wsc.kg/
[2] http://www.wsc.kg/

“Cuando 1kirguís desea contraer #matrimonio,elige novia y planea el secuestro”-nueva ley contra el #secuestro de novias owl.li/hunNm

— ONU Mujeres/Mulheres (@ONUMujeres) February 6, 2013