En las palabras de Miriam Coronel-Ferrer: “Fui la primera negociadora femenina en firmar un acuerdo definitivo de paz con un grupo rebelde”

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Miriam Coronel Ferrer. Photo courtesy of Miriam Coronel Ferrer
Miriam Coronel-Ferrer. Foto: Joser C. Dumbrique for the Centre for Humanitarian Dialogue

Miriam Coronel-Ferrer marcó un hito como la primera negociadora principal femenina en el mundo en firmar un acuerdo definitivo de paz con un grupo rebelde, el Frente Moro de Liberación Islámica, en Filipinas en 2014. Actualmente enseña ciencias políticas en la Universidad de Filipinas y trabaja con las Naciones Unidas en mediación. ONU Mujeres habló con la profesora Coronel-Ferrer en ocasión del vigésimo aniversario de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que sigue dando forma a la agenda de mujeres, paz y seguridad a fin de incluir a las mujeres y el análisis de género en todos los aspectos de la prevención de conflictos, la paz y la reconstrucción. Las líderes en favor de la paz están ganando y ejerciendo el poder de toma de decisiones, lo que es fundamental para esta agenda

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Cuando estaba en la universidad a finales de la década de 1970, el país estaba bajo la ley marcial impuesta por el gobierno de Ferdinand Marcos. Comencé a estar activa políticamente y después de mi graduación, trabajé en el movimiento activista clandestino. Fue una época peligrosa. Tuve amistades que fueron asesinadas; y otras personas activistas fueron violadas, torturadas o detenidas.

En 1986, Marcos se vio forzado a irse del país después de que el pueblo saliera a las calles, en la que fue conocida como la Revolución del Poder Popular. Después de eso, todo mi trabajo se centró en ver si el espacio democrático creaba el potencial para las soluciones no violentas a los conflictos.

El movimiento por la paz que surgió después de la Revolución del Poder Popular fue mayoritariamente liderado por mujeres. Todas colaboramos, desde muchas organizaciones y posiciones ideológicas diferentes. Todo el mejor trabajo que he realizado, incluido trabajar en el Plan de Acción Nacional para que el Gobierno de Filipinas implementara la resolución 1325 del Consejo de Seguridad, la histórica resolución sobre las mujeres, la paz y la seguridad, ha implicado colaborar con mujeres de muchas profesiones y condiciones sociales diferentes para luchar por un objetivo en común.

Me uní al mundo académico y me concentré en la consolidación de la paz y el proceso de la paz. Así fue como finalmente el presidente Simeón Benigno Aquino me pidió que me uniera al panel por la paz del Gobierno de Filipinas en el año 2010. Nuestro objetivo era negociar y firmar un acuerdo de paz con el Frente Moro de Liberación Islámica, un grupo armado en Mindanao, en el sur del país, que quería formar una región autónoma del pueblo Moro.

Después de cuatro años de arduo trabajo, fui la primera negociadora femenina en firmar un acuerdo definitivo de paz con un grupo rebelde.

También fue un hito para las mujeres en Filipinas, porque tres de los firmantes de parte del Gobierno en el acuerdo de paz fueron mujeres. [Esa experiencia] hizo que estuviera decidida a trabajar para asegurar que más mujeres participen y lideren procesos internacionales por la paz. En el campo de acción, muchas mujeres están trabajando para promover las agendas de paz y seguridad, pero necesitamos ser reconocidas y visibles en los niveles más altos también.

Esto se ha hecho mucho más importante en los últimos años, ya que hemos visto el retorno del autoritarismo y un retroceso de los derechos de las mujeres y la agenda por la paz. El sexismo está presente en todas partes en el discurso público, desde las redes sociales hasta los palacios presidenciales. Me preocupa cómo la próxima generación mirará a esta nueva oleada de líderes y verá cómo las mujeres los toleraron y los hombres los emularon. Esto es alarmante y peligroso.

Siento que nací con estrella porque tengo mucho apoyo de mi marido y mi familia. Muchas mujeres no tienen este tipo de espacio en el que sentirse seguras y apoyadas, y luchan para no sufrir de violencia doméstica, o para romper las ataduras de las tareas hogareñas, y no tienen libertad económica. Es por ellas que no renuncio a la visión de un futuro definido por la paz y no por el conflicto y la división”.


Lea más sobre el trabajo de ONU Mujeres por la paz en Filipinas aquí: https://asiapacific.unwomen.org/en/countries/philippines/women-peace-and-security