“Las enfermeras son las verdaderas heroínas”, afirma una médica albanesa que trabaja en primera línea contra el COVID-19

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La médica Entela Kolovani trata a personas a las que se les ha diagnosticado COVID-19 en Tirana, Albania. Fotografía cortesía de Entela Kolovani.
La médica Entela Kolovani trata a personas a las que se les ha diagnosticado COVID-19 en Tirana, Albania. Fotografía cortesía de Entela Kolovani.

Entela Kolovani lleva 23 años ejerciendo como médica en el hospital de enfermedades infecciosas de Tirana, Albania. Estos días, su labor ha pasado a primer plano ya que trata a personas a las que se les ha diagnosticado COVID-19.

“Nuestra rutina ha cambiado y la nueva situación se ha convertido rápidamente en la norma. Tratar a pacientes con COVID-19 es muy duro porque cada persona tiene sus propias necesidades. No sólo estamos lidiando con el virus, sino también con el impacto psicológico que tiene en las personas afectadas. Están totalmente aisladas de sus familias y por eso debemos estar lo más cerca posible de ellas”, explica la doctora Kolovani.

Lleva en la primera línea de batalla contra el COVID-19 desde el 9 de marzo, cuando se detectaron los dos primeros casos en Albania. Desde entonces, el número de personas infectadas ha ascendido hasta 361.

Las mujeres están desempeñando un papel fundamental —y, a menudo, desproporcionado en comparación con los hombres— en la respuesta a esta enfermedad, ya que constituyen la mayor parte del personal sanitario que actúa en primera línea y son las principales encargadas de los cuidados en el hogar. La experiencia vivida en otros brotes de enfermedades demuestra que son quienes tienen un mayor riesgo de infectarse. Casi el 12 por ciento de los casos de coronavirus identificados en Albania corresponden a personal sanitario, aunque todavía no se ha producido ningún fallecimiento.

“Lo más difícil es ver cómo colegas del hospital, amigas y amigos con los que compartimos el día a día contraen el COVID-19 y enferman. Otro reto es conseguir que haya cada vez más pacientes que se recuperen rápidamente para no saturar las instalaciones sanitarias”, relata Kolovani.

Todo el personal médico del hospital demuestra una gran dedicación, aunque, en su opinión, “las enfermeras son las verdaderas heroínas”.

“Son ellas quienes realizan las tareas más difíciles y soportan la mayor carga de trabajo. El personal de enfermería (la mayoría mujeres) es nuestro mayor apoyo. Trabajan durante turnos interminables con el equipo de protección especial puesto, difícil de llevar y que dificulta el trabajo. Su trabajo no acaba nunca, desde hacer las camas de pacientes hasta realizar terapias, hacer pruebas y rellenar documentos. Tienen mi más profundo agradecimiento”.

En Europa, el 84 por ciento del personal de enfermería son mujeres y, a escala mundial, una de cada cinco mujeres trabaja en el sector de los cuidados.

Kolovani no ha visto a sus dos hijos desde que la pandemia llegó a Albania. El mayor vive fuera del país y el pequeño, que tiene 11 años, ahora vive con su tía.

“Tanto mi marido como yo somos personal sanitario y trabajamos en el mismo hospital, así que el riesgo de contagio para nuestro hijo y el resto de la familia es muy alto”, explica. “Nuestro hijo nos echa mucho de menos, es la primera vez que está fuera... cuando volvemos del hospital, la casa está vacía. Pero es mejor así, hay que mantener la distancia para evitar contagiar a los seres queridos”.

La pandemia de coronavirus ha supuesto un reto sin precedentes para las familias, sobre todo en el caso de aquellas parejas que trabajan en la salud u otros servicios esenciales. La doctora Kolovani y su marido no tienen tiempo para la vida en pareja; dedican cada minuto del día al virus.

A escala mundial, las mujeres hacen el triple de trabajo de cuidados no remunerado que los hombres. En Albania, en los hogares en los que hay niñas y niños pequeños, las mujeres dedican 8,5 horas diarias al trabajo doméstico y los cuidados no remunerados, en comparación con un tiempo de menos de 1 hora que le dedican los hombres. Ahora que el confinamiento provocado por la pandemia ha obligado a suspender todos los servicios no esenciales, las mujeres asumen la mayor parte de la carga de trabajo doméstico y de cuidados.

Kolovani es una de las pocas mujeres que cuenta con el apoyo de su pareja, con quien comparte las tareas domésticas y los cuidados. “Entiende perfectamente mi situación y lo que estoy viviendo y ha sido un gran apoyo desde el principio”, comenta sobre su marido. “En casa, compartimos las tareas”.

“ONU Mujeres, en coordinación con el sistema de las Naciones Unidas en Albania, está contribuyendo a gestionar la emergencia actual en el país con actuaciones que incluyen el aprovechamiento de sus programas existentes, la realización de una rápida evaluación de género del impacto del COVID-19 y la movilización de los medios para informar sobre las necesidades específicas de las mujeres”, señala Michele Ribotta, representante de ONU Mujeres en Albania.

“Abordar las repercusiones socioeconómicas de la pandemia para las mujeres, incluidos el aumento de la carga de trabajo doméstico y de cuidados y la crisis económica, es esencial para lograr la recuperación y una respuesta eficaz”, añade.

El UNICEF, la OIT y ONU Mujeres han presentado recientemente una nueva guía sobre políticas respetuosas hacia la vida familiar y otras buenas prácticas laborales en el contexto del COVID-19, en la que se estipulan diversas medidas para apoyar a las familias trabajadoras.

ONU Mujeres está junto a las mujeres de todo el mundo en la primera línea de respuesta al COVID-19, resolviendo sus necesidades inmediatas, mejorando su resiliencia y asegurándose de que las decisiones adoptadas tienen en cuenta su voz y su experiencia.

Apoye a las mujeres que están en primera línea haciendo una donación a ONU Mujeres en http://unwo.men/eAmt50yVA0g