La Embajadora de Buena Voluntad de ONU Mujeres y ganadora de un Óscar Nicole Kidman ayuda a visibilizar la necesidad de acabar con la violencia contra las mujeres durante la COVID-19

En una conversación con ONU Mujeres, la actriz revela que hay una pandemia de violencia contra las mujeres y las soluciones necesarias para hacerle frente

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Nueva York, 8 de junio – En un esfuerzo por concienciar acerca del abrumador incremento de violencia doméstica durante la pandemia de la COVID-19, la Embajadora de Buena Voluntad de ONU Mujeres y actriz Nicole Kidman acompaña hoy a la Especialista Regional de ONU Mujeres para Asia y el Pacífico, Melissa Alvarado, en una conversación sobre este alarmante fenómeno y sobre cómo abordarlo. En el exhaustivo vídeo de seis minutos, la galardonada actriz arroja luz sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, una flagrante violación de los derechos humanos que afecta a una de cada tres mujeres en todo el mundo, y sugiere medidas concretas que todo el mundo puede adoptar para abordar esta lacra, durante la pandemia y en cualquier otra circunstancia.

"En mi trabajo como Embajadora Mundial de Buena Voluntad de ONU Mujeres, y como actriz, he aprendido sobre la violencia que las mujeres y niñas sufren en distintos países y contextos. A medida que he viajado con ONU Mujeres, he conocido a supervivientes y mujeres que quizás ni siquiera sepan que tienen derecho a una vida sin violencia. Tenemos que ayudarlas de todas las maneras posibles. Tenemos que amplificar estos problemas, darles visibilidad y llevarlos a un primer plano. Conversaciones como ésta sobre la erradicación de la violencia contra las mujeres son cruciales para que las mujeres sepan que no están solas".

A pesar de que las medidas de distanciamiento social y confinamiento derivadas de la COVID-19 son fundamentales para contener la propagación del virus, también han provocado que los hogares vivan con mayor presión. Las amenazas a la salud y la seguridad han hecho crecer las preocupaciones económicas y las condiciones de vida precarias durante el confinamiento. De acuerdo con los expertos, esta situación ha dado como resultado un repunte de denuncias de violencia doméstica, así como un aumento de la violencia contra la mujer en los espacios públicos y en Internet.

"Las mujeres con parejas violentas cada vez se encuentran más aisladas de sus familias y de las personas y recursos que pueden ayudarlas, como los teléfonos de ayuda, los centros sanitarios y las comisarías. Muchas no pueden llamar ni conectarse a Internet sin que algún miembro de su familia les controle. A medida que los proveedores de servicios de salud y los Gobiernos destinan cada vez más recursos a la crisis de salud pública, los cuidados vitales y la asistencia a las supervivientes en peligro se están viendo alterados, lo que afecta a los teléfonos de ayuda, los centros de acogida, los centros de asesoramiento y los servicios jurídicos y de policía. Sin embargo, debemos mantener intactos los recursos y nuestra atención, y garantizar que se pueda obtener ayuda y que los servicios esenciales sigan estando disponibles para las mujeres que están en peligro" —comentó Melissa Alvarado, especialista de programas de eliminación de la violencia contra las mujeres en ONU Mujeres para la región de Asia y el Pacífico.

Sin embargo, la conversación debe centrarse, en gran parte, no solo en el aumento de la violencia, sino también en los pasos necesarios a nivel individual, comunitario y nacional para abordar este tema. Entre algunas de las recomendaciones de ONU Mujeres que podrían salvar vidas de mujeres en peligro se incluyen las siguientes: ser conscientes e informarnos acerca de la pandemia de violencia; ponernos en contacto con nuestras amistades; comprobar si están bien o necesitan ayuda; conocer los contactos de teléfonos de ayuda a nivel local y violencia doméstica, así como las señales que permiten identificar si alguien que conocemos puede estar en una relación violenta. Otras medidas incluyen ayudar a concienciar acerca del aumento de los riesgos de violencia contra las mujeres, o participar en un voluntariado y donar recursos, en caso de que se pueda, a las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres.

Durante la pandemia, ONU Mujeres trabaja con organizaciones en el terreno para promover los servicios destinados a las supervivientes de la violencia, garantizando que la información esencial y los contactos de los teléfonos de ayuda sean correctos y accesibles para todo el mundo en las circunstancias actuales, incluidas las personas más vulnerables y marginadas. ONU Mujeres está trabajando con Gobiernos, organizaciones y redes de mujeres y proveedores de primera línea para responder a las necesidades de las mujeres y las niñas, así como para formular soluciones que cubran estas necesidades vitales. En algunos países, ONU Mujeres está proporcionando suministros higiénicos esenciales para clínicas y refugios y está fomentando el uso de la tecnología digital como parte del cambio hacia la asistencia en remoto, de manera que se puedan mantener los servicios para las mujeres vulnerables sin interrupciones. ONU Mujeres también ha elaborado una serie de informes de políticas detallados acerca de la erradicación de la violencia contra las mujeres durante la COVID-19.

Recientemente, ONU Mujeres ha anunciado una ayuda financiera adicional de más de 9 millones de dólares estadounidenses destinada a apoyar el trabajo vital que desempeñan las organizaciones de mujeres de base a través del Fondo para la Mujer, la Paz y la Acción Humanitaria y el Fondo Fiduciario de la ONU para Eliminar la Violencia contra la Mujer, en colaboración con la Iniciativa Spotlight y la Unión Europea.

"Mucho antes de la pandemia ya condenamos los efectos de la discriminación y la inaceptable magnitud de la violencia, en todas sus formas, contra las mujeres de todo el mundo. La pandemia de la COVID-19 y sus consecuencias han dado lugar a un mayor aumento de la violencia, en especial de la violencia doméstica, a una “pandemia en la sombra”. La profundidad con la que la violencia, la discriminación y la desigualdad están enraizadas en nuestra sociedad significa que librarse de ellas es tarea común de todos y todas”, añadió la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.

Incluso antes de que comenzase la pandemia, ONU Mujeres había dedicado esfuerzos a abordar la violencia contra las mujeres como una de sus principales prioridades, a distintos niveles: apoyando a las organizaciones de la sociedad civil que prestan servicios para las supervivientes, ya sean servicios de seguridad, acogida, de salud, de justicia o de otro tipo; trabajando con los países para que reformen las leyes que no protegen a las supervivientes de la violencia; desarrollando las capacidades de las instituciones, como la policía o los sistemas judiciales, para prevenir y responder mejor ante la violencia; y liderando los esfuerzos de concienciación, de manera que exista una mayor sensibilización acerca de la violencia contra la mujer y que se cambien normas y prácticas sociales perjudiciales.

Nicole Kidman ha colaborado en causas humanitarias a lo largo de su carrera profesional, incluso como Embajadora de Buena Voluntad de ONU Mujeres desde 2006. Dedica sus esfuerzos a la sensibilización acerca de la infracción de los derechos humanos de las mujeres en todo el mundo, centrándose en especial en sacar a la luz la violencia contra la mujer.