ONU Mujeres y sus socios ofrecen socorro inmediato a las mujeres y niñas afectadas por las explosiones en Beirut

Sacudido por una profunda crisis económica, por la COVID-19 y ahora por las explosiones, Líbano necesita que las mujeres ocupen el centro de los planes de recuperación.

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A woman in front of a destroyed house, Karantina, Beirut. August 9, 2020. Photo: Dar Al Mussawir
Una mujer frente a una casa destruida en Karantina, Beirut. 9 de agosto de 2020.Fotografía: Dar Al Mussawir

En la tarde del 4 de agosto, Zalloukh Al Maraanazi, refugiada siria que ahora vive en Beirut (Líbano), descansaba en el sofá cuando todo empezó a temblar.

“Mi hijo estaba jugando en el balcón cuando sucedió; literalmente voló y aterrizó en el patio. Por suerte sólo tiene algunos moretones leves”, afirmó.

La familia Al Maraanazi vivía en la zona de Tariq El Jdide, a menos de 10 km del puerto de Beirut, donde el 4 de agosto de 2020 se produjeron dos explosiones que dejaron a la ciudad devastada: las cifras ascienden a 200 muertes hasta la fecha y más de 5.000 personas heridas. Unas 300.000 personas han perdido su hogar.

Zalloukh Al Maraanazi apenas había superado el trauma de escapar de la violencia en Siria. Acababa de iniciar un emprendimiento de fabricación de jabones y velas, después de haber realizado una capacitación profesional ofrecida a través de un programa de ONU Mujeres para refugiadas y mujeres locales. Ahora está aterrada, y sus medios de vida vuelven a estar en peligro.

A woman standing in her destroyed house, Gemmayze, Beirut. August 5, 2020. Photo: Dar Al Mussawir
Una mujer de pie en su casa destruida en Gemmayze, Beirut. 5 de agosto de 2020.Fotografía: Dar Al Mussawir

Antes de las explosiones, el sistema de salud de Líbano ya se veía sobrecargado por el aumento de los casos de COVID-19. Unos días después de las explosiones, el 9 de agosto, se registraron 294 nuevos casos de COVID-19, con lo que el país marcó un nuevo récord.

ONU Mujeres, junto con sus socios en Líbano y las Naciones Unidas, ha reorientado sus programas y conocimientos especializados para ofrecer socorro inmediato a las mujeres y las niñas.  Mediante sus socios, que en su mayoría son organizaciones nacionales encabezadas por mujeres, ONU Mujeres ha dado protección inmediata y asistencia psicosocial a las afectadas, y ha apoyado la distribución de lo que más necesitaban en el corto plazo:  alimentos y dinero. Junto con CARE International y Abaad, una ONG nacional, se ha puesto en marcha una rápida evaluación de necesidades con una perspectiva de género, como parte de una acción humanitaria de mayor alcance de las Naciones Unidas.

Después de las crisis, la violencia sexual suele aumentar. Para presentar un frente eficaz contra este flagelo, ONU Mujeres está trabajando con una serie de socios. Como parte del Plan de respuesta interinstitucional a la violencia sexual y de género, que llevan adelante en forma conjunta las Naciones Unidas y socios internacionales y nacionales, ONU Mujeres, junto con organismos humanitarios del país, está preparándose para apoyar auditorías de seguridad en los barrios y enviar equipos móviles de personas expertas en violencia de género, que distribuirán artículos esenciales a las mujeres y niñas. El Plan de respuesta también incluye identificar a las mujeres y las niñas que necesitan servicios especializados y apoyo psicológico.

Las explosiones de Beirut se suman a las crisis sufridas por Líbano desde la crisis económica y financiera de 2019, a la que en marzo de 2020 se agregó la pandemia de COVID-19. La crisis de COVID-19 hizo aumentar los casos de violencia en el hogar y otras formas de violencia contra las mujeres en todo el mundo. Según una evaluación, en Líbano, hasta el 54 por ciento de las personas encuestadas había observado un aumento del acoso, la violencia o el abuso contra otras mujeres y niñas de la familia o la comunidad. Es vital garantizar que las mujeres tengan acceso a apoyo y servicios, como también a información sobre cómo obtener ese apoyo.

Young people distribute essential food to families in the Gemmayze neighborhood, Beirut on August 6, 2020. Photo: Dar Al Mussawir
Jóvenes distribuyen alimentos esenciales a las familias de la zona de Gemmayze, Beirut, el 6 de agosto de 2020. Fotografía: Dar Al Mussawir

Se estima que la crisis económica de Líbano, profundizada por el COVID-19 y ahora por las explosiones de Beirut, reducirá la participación de las mujeres en la economía entre un 14 y un 19 por ciento.  Las consecuencias son especialmente funestas para un país con una marcada brecha de género (Líbano ocupa el lugar 139 entre los 153 países comprendidos en el Informe 2020 sobre la disparidad entre los sexos en el mundo, publicado por el Foro Económico Mundial), y con una de las tasas más bajas de participación de las mujeres en la fuerza laboral (el 29 por ciento de las mujeres[1], en comparación con el 76 por ciento de los hombres[2]). Estas desigualdades se reproducen en las comunidades de personas refugiadas y migrantes de todo el mercado laboral libanés, tanto formal como informal.

“Sabemos que, en promedio, las mujeres tienen menos herramientas y recursos para recuperarse de las crisis externas. Esto se debe a las desigualdades de género, que las relegan a una posición secundaria respecto de los hombres”, sostuvo Rachel Dore-Weeks, representante de ONU Mujeres en Líbano. “Hay más probabilidades de que las mujeres no tengan cuenta bancaria, ahorros, pensiones o acceso a protección social. En nuestra respuesta colectiva, debemos tener en cuenta esto y asegurar que nuestras acciones de socorro y recuperación, en lo inmediato y a más largo plazo, permitan a las mujeres recuperarse por completo y en un plano de igualdad con los hombres. Esta también es una oportunidad de atacar los desequilibrios de género que tradicionalmente han dejado a las mujeres en una situación más vulnerable frente a la pobreza y la violencia”.

Lebanese youth team up to clean streets following the Beirut blast. Gemmayze, Beirut, August 6, 2020. Photo: Dar Al Mussawir
La juventud libanesa trabaja en concierto para limpiar las calles tras las explosiones de Beirut. Gemmayze, Beirut, 6 de agosto de 2020.Fotografía: Dar Al Mussawir

Tras la crisis, ONU Mujeres está ampliando sus programas de resiliencia y recuperación en Líbano, a la vez que refuerza su trabajo referido al liderazgo de las mujeres y a la paz y la seguridad: todos estos son factores clave para la estabilidad en el país y la región.

ONU Mujeres tiene cinco programas en Líbano, financiados por los Gobiernos de Croacia, Finlandia, Japón, Noruega, Países Bajos, Suecia y Suiza, la Fundación Ford, la Fundación Rebecca Dykes, el Fondo ODS de las Naciones Unidas y el Fondo Fiduciario para la Seguridad Humana, también de las Naciones Unidas. Estos programas han reorientado su enfoque tendiente a resolver la crisis económica libanesa y la situación generada por la COVID-19, y ahora se están adaptando a fin de prestar también apoyo para la recuperación a más largo plazo de quienes han sufrido el impacto de las explosiones de Beirut.

Notas

[1] OIT y Administración Central de Estadística de Líbano. Labor Force and Household Living Conditions Survey (Encuesta sobre la fuerza laboral y las condiciones de vida de las familias), 2018-2019, https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---arabstates/---ro-beirut/documents/publication/wcms_732567.pdf.

[2] Foro Económico Mundial. Informe 2020 sobre la disparidad entre los sexos en el mundo, 2020, http://www3.weforum.org/docs/WEF_GGGR_2020.pdf.