Discurso ante la Asamblea Nacional de Francia – Delegación de los Derechos de la Mujer y la Igualdad de Género

Fecha:

Discurso pronunciado por la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, ante la Asamblea Nacional de Francia, París, 23 de marzo de 2011.

[Cotejar con el texto pronunciado.]

Merci beaucoup, Madame la Présidente.

C'est un honneur pour moi d'avoir l'opportunité de m'adresser à l'Assemblée nationale française et spécialement à sa Délégation aux droits des femmes et à l'égalité des chances entre les hommes et les femmes, en ma qualité de première Directrice générale de l'Entité des Nations Unies pour l'égalité des sexes et l'autonomisation de la femme, qui s'appelle aussi l'ONU Femmes.

La visión de ONU Mujeres es aquélla donde los hombres y las mujeres tienen las mismas oportunidades y capacidades, y donde los principios de la igualdad de género son inherentes a la agenda del desarrollo, la paz y la seguridad. Nuestro principal objetivo es crear las capacidades y la autoría nacionales para permitir a los socios nacionales formular sus leyes y políticas sensibles a los asuntos de género, así como ampliar las estrategias exitosas para cumplir con los compromisos nacionales en materia de igualdad de género.

Tengo la intención de hacer de ONU Mujeres un catalizador del cambio, ofreciendo nuevas energías, sacando partido de las ideas y valores de larga data y aglutinando a los hombres y a las mujeres de distintos países, sociedades y comunidades en un esfuerzo común.

Para poder alcanzar este objetivo, ONU Mujeres se centrará en cinco áreas temáticas dentro de los contextos específicos de cada país: 1) ampliar las voces, el liderazgo y la participación de las mujeres; 2) aumentar la autonomía económica de las mujeres; 3) erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas; 4) fortalecer la implementación de la agenda de las mujeres, la paz y la seguridad; y 5) hacer que las prioridades relativas a la igualdad de género sean fundamentales en los planes y presupuestos nacionales y locales. Permítaseme decir algunas palabras sobre estas áreas.

La primera, la de ampliar las voces, el liderazgo y la participación de las mujeres, habla de la autonomía política y sé que significa mucho para muchos de ustedes. Ustedes son los hombres y las mujeres que pueden demostrar que es posible, que pueden ser mentores y modelos, y que pueden asegurarse de que las mujeres ocupen el lugar que les corresponde en todos los procesos de la toma de decisiones que las afectan.

Acabo de estar en El Cairo, con la delegación del Secretario General de la ONU, y quiero decirles que me ha inspirado ver la determinación de las mujeres de tener una participación en estos procesos, al lado de los hombres, con el fin de alcanzar el cambio y revitalizar la vida política, económica y social. Tengo la determinación igualmente de hacer que ONU Mujeres centre sus esfuerzos en aumentar el liderazgo y la participación de las mujeres en todos los sectores, públicos y privados, y en demostrar los beneficios que ese liderazgo aporta a la sociedad en general.

Si bien el éxito depende de varios factores, incluyendo la cultura política de un país y su sistema electoral, ONU Mujeres ha visto que un factor fundamental es la presencia de algún tipo de cuota de género, ya sea para las listas de candidatos o para los escaños de las instancias políticas. De hecho, es el factor principal que distingue a los 28 países que han alcanzado la cifra histórica del 30 por ciento o más de representación femenina en los parlamentos nacionales.

Es importante recordar que algún tipo de medidas especiales temporales fueron sugeridas tanto por la Convención sobre la eliminación de toda forma de discriminación contra las mujeres (CEDAW) como por la Plataforma para la Acción de Beijing como un mecanismo eficaz de hacer oír la opinión de las mujeres.

Felicito a Francia por ser uno de los líderes en este campo, habiendo adoptado la ley del acceso equitativo de las mujeres y de los hombres a las elecciones nacionales y locales, junto a las enmiendas posteriores con el fin de mejorar su implementación. En enero de este año, Francia se unió a una serie de países que habían adoptado leyes exigiendo a las grandes empresas reservar por lo menos el 40 por ciento de sus puestos directivos para las mujeres.

A pesar del considerable aumento del comercio y de los negocios mundiales en las últimas dos décadas, no hay que exagerar el impacto que las corporaciones tienen sobre el desarrollo económico. Los países de todo el mundo están buscando maneras de renovar el crecimiento económico sin aumentar los déficits nacionales. De hecho, las investigaciones han indicado que cuando las compañías aumentan la cantidad de mujeres en las juntas directivas y en los puestos superiores, el desempeño económico por lo general mejora.

También es cierto que las mujeres que tienen autonomía política pueden promover las políticas para aumentar la autonomía económica de las mujeres, que es la base de todo lo demás. En este contexto, me es un placer ver que una de las prioridades de la presidencia de Francia del G20 este año es apoyar el empleo, especialmente para los jóvenes y los más vulnerables, respetar los derechos sociales y laborales, y consolidar el piso de protección social.

Estos objetivos son esenciales para ONU Mujeres, y me he comprometido a trabajar con los gobiernos y con los socios multilaterales para garantizar que se observen plenamente la seguridad y los derechos económicos de las mujeres, incluyendo los bienes productivos y la protección social integral. Esto es especialmente importante tras la crisis económica mundial y la nueva volatilidad de los precios de los alimentos y las materias primas; ambas han entorpecido seriamente las estrategias económicas de las familias y de las mujeres que las administran.

La semana pasada hablé ante una reunión de la Organización Internacional del Trabajo, ya que presido el Grupo asesor del Piso de Protección Social, y dije que todos tendrían que tener acceso a las garantías básicas de seguridad respecto a los ingresos como las pensiones para los ancianos y los discapacitados, los beneficios infantiles, los beneficios de apoyo a los ingresos y las garantías de empleo. Y todos tendrían que tener acceso a los servicios públicos esenciales, incluyendo la salud, la educación primaria, la vivienda, el agua y el saneamiento. Ciertos elementos del piso de protección social que ya existen han dado muestras de tener mucho éxito a la hora de combatir las desigualdades crecientes y la pobreza persistente, que son las mayores amenazas al desarrollo humano.

Además, es importante reconocer que la protección social es una inversión, no un gasto: proporciona considerables retribuciones futuras en lo relativo a mejores resultados del desarrollo humano, y se le considera como un instrumento esencial para liberar la capacidad de producción de las mujeres, permitiéndoles sobreponerse a las barreras que encuentran para participar en la vida económica en calidad de trabajadoras, empleadoras, consumidoras y ciudadanas.

Esto me lleva a la tercera prioridad temática, la de erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas, que es, por supuesto, fundamental para el empoderamiento político, económico, social y personal de las mujeres.

Sin embargo, la violencia contra las mujeres y las niñas es un problema que persiste en todo el mundo. En algunos países, hasta el 75% de las mujeres dicen haber experimentado violencia física o sexual en algún momento de sus vidas. Según el Comité de los Derechos de la Mujer y de la Igualdad de Género del Parlamento Europeo, alrededor del 20% de las mujeres europeas han sido víctimas de violencia en sus relaciones cercanas. Esto se traduce en un costo muy alto, en vidas, en salud, en productividad, en logros escolares y en presupuestos públicos, en todos los países.

Si queremos realmente terminar con esta lacra, tenemos que trabajar en varios frentes, apoyando los esfuerzos para hacer cumplir las leyes, las políticas y los servicios de protección de las mujeres y de las niñas, prestando atención tanto a la prevención como a la respuesta, y haciendo participar a todos los sectores de la sociedad. Como mínimo, todas las mujeres y las niñas que han sido víctimas de abuso y de violencia tendrían que tener acceso a un paquete básico de servicios de emergencia inmediatos para garantizar su seguridad, su cuidado y el acceso a la justicia, y para evitar que se repita el abuso. En la actualidad estamos trabajando estrechamente con los gobiernos y con los grupos de la sociedad civil para maximizar el apoyo al más alto nivel de esta iniciativa en los próximos meses.

Por cierto, algunos de los casos más horrendos de violencia sexual y de género se dan en situaciones de conflicto. Quiero expresar mi gratitud por el apoyo que hace mucho da Francia para atender el nexo esencial que existe entre las mujeres, la paz y la seguridad, especialmente su apoyo al monitoreo de la implementación de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad, y por aumentar la función de las mujeres en la resolución de los conflictos. ONU Mujeres dirigirá al sistema de la ONU para dar una mejor respuesta a la implementación de esa resolución histórica.

Además, conjuntamente con el sistema de la ONU, estamos trabajando para respaldar a las mujeres en las negociaciones de paz, aumentar la cantidad de mediadoras y de expertas de alto nivel en asuntos de género y finalizar la formación de los mediadores en los conflictos de todo el mundo. Conjuntamente con el Sr. Alain le Roy, Secretario General Adjunto del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, estamos dando comienzo a unos cursos innovadores para las tropas de mantenimiento de la paz antes del despliegue, de modo de permitirles detectar y prevenir la violencia sexual sistemática.

Señoras y señores:

Como podrán ver mediante estas observaciones, la agenda de ONU Mujeres es ambiciosa - tiene que serlo. Conozco muy bien tanto los resultados que se espera de ONU Mujeres como los desafíos que nos esperan para cumplirlos, pero los cumpliremos. Sé que cuando se nos da la oportunidad, no hay límites para lo que podamos hacer las mujeres, desde las madres que alimentan a sus familias en las circunstancias más difíciles hasta las mujeres que llegan a ser ministras de finanzas, relaciones exteriores o jefas de Estado.

Quiero terminar haciendo énfasis sobre el hecho de que la fortaleza de las mujeres, su capacidad de trabajo y su inteligencia son el recurso sin explotar más importante de la humanidad. ONU Mujeres tratará de ayudarlas a realizar su potencial, para beneficio de todos.

Je vous remercie.