Alocución de Michelle Bachelet en la cena de diálogo entre mujeres de alto nivel en Addis Abeba
Fecha:
Alocución de Michelle Bachelet en la cena de diálogo entre mujeres de alto nivel en Addis Abeba, Etiopía. 26 de enero de 2013.
[Cotejar con el texto pronunciado.]
Excelencias,
Honorables Embajadoras,
colegas de las Naciones Unidas:
Es una alegría estar aquí con ustedes esta noche. Les agradezco enormemente su gran apoyo a una de las causas más importantes de este siglo XXI: la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
Hace ya dos años que ONU Mujeres empezó a funcionar, y tengo buenas noticias: hemos conseguido grandes progresos. Las cuestiones de las mujeres son ahora cuestiones mundiales. La toma de conciencia sigue aumentando y la indiferencia ya no es aceptable.
No podríamos haber logrado tanto sin su colaboración. Gracias por su firmeza, su compromiso y su valentía.
Juntas estamos logrando auténticos avances en la promoción de las cinco prioridades de ONU Mujeres. Estas prioridades compartidas son:
- Fomentar la participación política y el liderazgo de las mujeres;
- Ampliar el empoderamiento económico de las mujeres;
- Poner fin a la violencia contra mujeres y niñas;
- Aumentar la participación y la capacidad de decisión de las mujeres en el establecimiento y la consolidación de la paz;
- Apoyar los planes y presupuestos nacionales para fomentar la igualdad de género.
Esta noche nos hemos reunido aquí para dialogar. Nuestro diálogo versará sobre el papel que ONU Mujeres debería desempeñar para apoyar el trabajo indispensable que realizan y fortalecer la incorporación de la igualdad de género en la UA, en el marco del Renacimiento Africano.
Esto es particularmente importante con relación a la paz y la seguridad. Acabo de volver de Malí y quiero contarles mi experiencia. Para que la paz, la democracia y el desarrollo puedan ser sostenibles es imprescindible que las mujeres y los hombres gocen plenamente de igualdad de derechos, oportunidades y capacidad de participación.
Aprovecho la oportunidad para felicitar a la Unión Africana en su 50º aniversario y por haber elegido a la primera mujer Presidenta de la Comisión de la Unión Africana. Este importante hito es testigo de nuestra determinación y nuestro convencimiento de que alcanzaremos más progresos en favor de las mujeres cuantas más mujeres haya en el poder.
Como afirmó la Dra. Zuma en su declaración de Año Nuevo: “Las mujeres constituyen más del 50 por ciento de la población del continente y su participación en todas las actividades humanas es fundamental”.
Sí que lo es.
Depende de todas nosotras y de todas nuestras socias y nuestros socios saber aprovechar la ocasión que nos brinda el 50º aniversario de la Unión Africana para establecer una unión que no sólo se dedique a la promoción, sino que priorice realmente la consecución de la igualdad de género.
Sé que la Comisión de la UA tiene el objetivo de alcanzar la paridad total en sus estructuras de personal, garantizar que las mujeres ocupen cargos con capacidad de decisión, y defender el desarrollo de las mujeres en todo el continente desde la plataforma de la Década de la Mujer Africana.
Me gustaría proponerles que sigamos adelante con una sola voz y en el 50º aniversario de la UA hagamos un llamado para conseguir la paridad total de género en los parlamentos de África y en los gabinetes de gobierno, como meta para el año 2050.
Sé que es un objetivo ambicioso, incluso podría decirse que audaz, pero para conseguir una igualdad real es necesario que avancemos con una voz firme y una visión clara que nos impulse hacia un futuro mejor.
Una visión del mundo en la que las niñas y los niños tengan derechos y oportunidades iguales; un mundo en el que la violencia y la discriminación contra las mujeres y las niñas no sean algo habitual ni algo aceptable.
Un mundo en el que se trate a las niñas y los niños con respeto y donde ellas y ellos puedan vivir con dignidad, ejerciendo plenamente los derechos humanos que les corresponden.
Un mundo en el que las mujeres y los hombres y las niñas y los niños accedan por igual a todas las formas de participación y toma de decisiones.
Efectivamente, juntas hemos conseguido grandes progresos. Todos los días África toma medidas que la acercan a la igualdad de género. Pero todavía nos queda un largo camino por andar, y nuestro progreso será mayor si unimos nuestros esfuerzos, ampliamos nuestras alianzas y seguimos colaborando.
En ONU Mujeres, todas y todos reconocemos plenamente y valoramos el progreso que ustedes y muchas otras personas de este gran continente están logrando en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres.
Aplaudimos los avances que se hacen en África para aumentar el porcentaje de mujeres en el parlamento y en el gobierno. África ahora tiene dos mujeres Presidentas: en Liberia y Malawi. Y el África subsahariana tiene un porcentaje mayor de mujeres parlamentarias que Asia, y que muchos otros países entre los cuales se encuentran Estados Unidos y Japón.
En mayo de 2012, Argelia se convirtió en el primer y único país de la región árabe en el que las mujeres ocupaban más del 30 por ciento de los escaños parlamentarios. Antes de la elección, las mujeres sólo ocupaban el 8 por ciento de esos cargos.
En julio, Senegal estuvo a punto de alcanzar la paridad de género en el Parlamento, al elegir un número sin precedentes de mujeres para la Asamblea Nacional del país. Actualmente, las mujeres ocupan el 43 por ciento de los 150 escaños parlamentarios de Senegal, con lo que el número de mujeres parlamentarias duplica al del Parlamento saliente. Esta situación se logró gracias a la adopción de una medida especial que establecía que la mitad de los candidatos debían ser mujeres.
Muchos países africanos han aprobado sistemas similares de fijación de cuotas. Rwanda ocupa el primer lugar del mundo en este sentido: las mujeres ocupan el 56 por ciento de los escaños del Parlamento. Este desplazamiento del poder podría ser muy beneficioso. La presencia misma de mujeres políticas ha producido una diversificación en la agenda política y ha fomentado la equidad y la justicia.
Un Renacimiento Africano exige que las mujeres asuman liderazgo, esto parece entenderse y aceptarse de forma general.
En agosto del año pasado, Somalia adoptó una nueva constitución que, entre otros logros para las mujeres, prohíbe la mutilación genital femenina. Aplaudo el patrocinio de África a favor de la primera resolución aprobada en la Asamblea General de las Naciones Unidas el diciembre pasado para prohibir la mutilación genital femenina en todo el mundo.
Necesitamos medidas más firmes para poner fin a todas las formas de violencia y discriminación contra las mujeres. Por ello, como parte de la campaña ÚNETE, he exhortado a las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo a asumir compromisos decididos para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en la etapa previa al próximo periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas que se celebrará en marzo.
Gracias por alzar juntas la voz, gracias por su compromiso. Hasta el momento se han comprometido 16 países y uno de ellos es Togo, el único país africano que lo ha hecho. Unamos nuestras fuerzas para tratar de conseguir que todas las naciones de África asuman un firme compromiso público para poner fin a la violencia contra las mujeres.
Juntas y juntos estamos progresando, y lo seguiremos haciendo. Me gustaría reconocer el excelente trabajo que muchas de ustedes han hecho para incluir las preocupaciones de las mujeres en los procesos de paz y seguridad, como por ejemplo en Sudán del Sur y en Somalia.
No sólo son ustedes Embajadoras de la Unión Africana, son Embajadoras de las mujeres y de la igualdad de género. Les agradezco nuevamente todo lo que hacen y quiero que sepan que cuentan con el respaldo de ONU Mujeres. Nuestro deseo es fortalecer las alianzas y la colaboración.
Por eso las invito a que nos hagan saber sus prioridades en cuanto al apoyo que necesitan de ONU Mujeres.
También las invito a compartir sus puntos de vista acerca de cómo se puede trasladar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres al centro del diálogo de la Unión Africana y de las medidas a favor del panafricanismo y el Renacimiento Africano.
Espero ansiosamente escuchar sus puntos de vista y colaborar con ustedes.