Un parque para todas y todos: las mujeres y las y los jóvenes reconstruyen espacios seguros e inclusivos en Gaza

En algunas partes del mundo es habitual que haya espacios abiertos y verdes donde las personas pueden reunirse, relajarse y descansar. Para las mujeres y las niñas de Al-Shoka, un vecindario afectado por el conflicto de Gaza, estos espacios eran un sueño inalcanzable, hasta hoy. Hicieron falta tres arquitectas y un grupo de jóvenes para reconstruir el único parque público de Al-Shoka, destruido durante el conflicto de 2014. Las arquitectas consultaron a la comunidad para diseñar el espacio inclusivo, y, por primera vez, las mujeres y las y los jóvenes se sienten felices de tener un parque público que es seguro.

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From left: Samah Al-Nahal, Dalia Osama and Nihal Zourob are three female architects who completed the blueprint of the public garden in Al-Shoka neighborhood in collaboration with the community members. Photo: UN Women/Eunjin Jeong
Dalia Osama (en el medio), Samah Al-Nahal (izquierda) y Nihal Zourob (derecha) son las tres arquitectas que realizaron el plano del parque público del vecindario de Al-Shoka en colaboración con miembros de la comunidad. Fotografía: ONU Mujeres/Eunjin Jeong

Dalia Osama, una joven arquitecta de Rafah, una ciudad al sur de Gaza en la frontera con Egipto, no sabía dónde la llevaría su licenciatura en arquitectura y su interés por las cuestiones de género hasta que vio un anuncio en el que se buscaban mujeres arquitectas para diseñar un parque público en Al-Shoka, un pequeño vecindario marginado de Rafah. Osama se ofreció para el puesto inmediatamente y, unas semanas después, consiguió el trabajo de sus sueños.

“Estaba muy contenta de poder participar en el proyecto de recuperación del parque de Al-Shoka”, afirmó Osama. El parque era la única zona verde del vecindario antes de ser destruido como consecuencia del conflicto de 2014. No obstante, lo que más le ilusiona es que el nuevo parque será un lugar donde todas las personas del vecindario —incluidas las mujeres y las niñas— podrán estar sin miedo a sufrir acoso.

"Todo el mundo necesita una zona verde donde poder relajarse y disfrutar, pero antes sólo iban hombres al parque y las mujeres tenían miedo de ir porque no se sentían seguras,” explicó Osama. 

The 2,600 square-meter garden will be open to public by the end of March 2018, benefiting the entire Al-Shoka population of 10,500. Photo: UN Women/Eunjin Jeong
El parque de 2.600 metros cuadrados estará abierto al público a finales de marzo de 2018, y podrá disfrutar de él toda la población de Al-Shoka (10.500 habitantes). Fotografía: ONU Mujeres/Eunjin Jeong

Desde julio de 2017, Osama, junto con las otras dos arquitectas, Samah Al-Nahal y Nihal Zourob, ha estado trabajando para rediseñar y restaurar el parque de Al-Shoka como parte de un programa conjunto de ONU Mujeres y ONU-Hábitat, financiado por el Gobierno del Reino de Bélgica. El programa también se centra en otros dos vecindarios de Gaza, Beit Lahia y Wadi as-Salqa, también marginados y afectados por el prolongado conflicto entre Israel y Palestina. Los tres vecindarios tienen previsto inaugurar sus parques públicos este año, diseñados por mujeres arquitectas y con aportaciones de personas de la comunidad.

Después de tres semanas de capacitación en materia de igualdad de género, herramientas digitales y participación cívica, las arquitectas trabajaron juntas para crear un plano del parque público en colaboración con la comunidad local. En Al-Shoka se implicaron 30 jóvenes, mujeres y hombres, que se formaron para utilizar el videojuego Minecraft a fin de diseñar un espacio público que satisficiera las necesidades de su comunidad.

“Las arquitectas utilizaron nuestros diseños de Minecraft para finalizar el plano y también nos pidieron nuestra opinión sobre las distintas características del diseño del parque, por ejemplo, el color y las instalaciones,” explicó Yasmeen Abdel-a’al, una mujer de 22 años de edad que participó en el proyecto. “Cuando el parque se haya terminado, también colaboraremos en su mantenimiento,” añadió. Actualmente, tanto jóvenes como mayores de Al-Shoka ven el parque público como un orgullo, y lo sienten suyo por haber contribuido a reconstruirlo.

Según Gateway, una empresa social con sede en Gaza, que impartió capacitación a la comunidad sobre tecnología digital como herramienta para la participación cívica, más de la mitad del grupo de 30 jóvenes participantes eran mujeres de entre 20 y 27 años de edad.

 “Las mujeres y las niñas de los tres vecindarios votaron por tener buena iluminación, vallas, zonas de césped y árboles, y espacios independientes para las mujeres y la familia,” afirmó Mariam Abu-atta, responsable de proyectos en la Asociación Aisha para la protección de mujeres, niñas y niños, una entidad asociada en la ejecución del programa conjunto.

“Los parques públicos respetan los estándares internacionales y se han configurado teniendo en cuenta las necesidades identificadas por mujeres, hombres, niñas y niños de los vecindarios por un igual,” añadió Abu-atta.

“El parque público es un logro que nos llena de orgullo, fruto de un enfoque innovador que utiliza la tecnología digital y la participación cívica para promover la participación de las mujeres y las y los jóvenes en los esfuerzos de recuperación de Gaza,” afirmó Heba Zayyan, directora de la oficina de ONU Mujeres en Gaza. “Ahora que todo el mundo ha colaborado en su reconstrucción, ya no es un parque para los hombres sino un parque para todas y todos”.

Youth played an important role in the restoration of the public garden by having their voices heard through minecraft designs and direct communication with the architects . Photo: UN Women/Eunjin Jeong
Las y los jóvenes desempeñaron un papel importante en la restauración del parque público aportando sus ideas con diseños de Minecraft y comunicación directa con las arquitectas. Fotografía: ONU Mujeres/Eunjin Jeong

El parque de 2.600 metros cuadrados de Al-Shoka estará abierto al público a finales de marzo de 2018. Las ciudadanas y los ciudadanos de Al-Shoka esperan con ilusión el día en el que puedan pasear por el parque público, ese parque que han ayudado a construir personalmente donde, finalmente, todas las personas pueden disfrutar del aire libre y sentirse seguras y bienvenidas.