Declaración de la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, con ocasión del Día Internacional de la Juventud de 2020: “El compromiso de la juventud para la acción mundial”
Fecha:
Doreen Moracha, keniana de 28 años y miembro del Grupo de trabajo Beijing+25 sobre la juventud, está trabajando con personas socialmente influyentes para traducir información sobre la COVID-19 a varios idiomas locales. Al ayudar a difundir mensajes sobre el distanciamiento social, la desinfección y el uso de equipos de protección personal, es una de las muchas jóvenes activistas de todo el mundo que están liderando de forma activa la respuesta ante la crisis de la COVID-19.
Hoy celebramos el Día Internacional de la Juventud y ONU Mujeres reconoce el inmenso valor de jóvenes como Doreen que están a la vanguardia de la acción mundial para el cambio, tanto en la respuesta a la pandemia como en el trabajo para abordar las desigualdades sistémicas que ésta ha descubierto. Las y los jóvenes aportan un segundo aire para continuar en la carrera, ojos nuevos para ver las cosas desde perspectivas diferentes, energía renovada para el largo camino que se extiende por delante y una capacidad firme de adaptación al cambio, a pesar de que ellas y ellos también enfrentan desafíos complejos y vulnerabilidades provocadas por la pandemia.
El cierre de escuelas afecta a más de mil millones de estudiantes en todo el mundo, y las adolescentes corren un mayor riesgo de abuso y explotación sexual, matrimonio precoz y embarazo. Más de una de cada seis personas jóvenes ha dejado de trabajar desde el inicio de la pandemia: las mujeres jóvenes y la juventud no binaria son los grupos más afectados debido al número elevado que representan en la economía informal y en trabajos peor pagados, menos seguros y menos protegidos que los de sus homólogos hombres. Probablemente, las escasas oportunidades económicas y el cierre de escuelas conducirán a un aumento del trabajo infantil y la explotación de mujeres, niñas y jóvenes de géneros no binarios. Además, la silenciosa pandemia de violencia que se ha disparado durante los aislamientos pone a las mujeres jóvenes y a las niñas en mayor riesgo de sufrir violencia en el hogar cuando las medidas de distanciamiento social obstaculizan su capacidad para solicitar servicios de apoyo.
A pesar de estos desafíos, la juventud está aprovechando su experiencia y sus redes para reconstruirse mejor de varias maneras básicas. Muchas personas están aprovechando la tecnología digital para compartir información sobre la COVID-19 y acelerar la digitalización de los sistemas de teletrabajo, atención médica, educación, y bienes y servicios esenciales. Es importante que nuestros esfuerzos de recuperación trabajen para cerrar la brecha digital, para que toda la juventud pueda acceder y contribuir al diseño de estas innovaciones. La juventud también está saliendo a las calles y alzando la voz en las redes sociales de todo el mundo para hacer frente a la discriminación sistémica expuesta por la pandemia y las crisis mundiales que la acompañan. Celebramos el liderazgo, la creatividad y el compromiso que estas personas jóvenes aportan en defensa de la igualdad de género y la justicia racial, en protección de sus derechos sexuales y reproductivos, en la acción climática, en la distribución justa de los bienes sociales y económicos y para poner fin al acoso sexual y al matrimonio infantil.
El mes pasado, celebramos diez años de la creación de ONU Mujeres. Todavía somos una organización muy joven. Quizás, esa sea la razón del compromiso tan fuerte que sentimos con las mujeres jóvenes, las niñas y la juventud no binaria a quienes servimos. En este trabajo que llevamos adelante para reconstruir mejor, insto a las personas jóvenes de todo el mundo, en toda su diversidad, a recordar que su igualdad de derechos es esencial para el respeto de nuestra dignidad humana común y para lograr los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La reciente movilización mundial por la justicia racial ha demostrado cómo los sistemas que perpetúan la desigualdad pueden alterarse con facilidad. Esperamos que la juventud siga alterando el statu quo y lidere el camino en la construcción de sociedades más igualitarias, unificadas y resilientes para toda la humanidad.
Ahora, el mando está firmemente en manos de la juventud dedicada al liderazgo intergeneracional y a la cocreación del futuro.