El
Futuro es
Igualdad Feminista Empoderamiento Autonomía Derechos
en el período 2021-2022
Vivimos en un momento en que los retos y las crisis crecen exponencialmente. Los conflictos persisten en un mundo atenazado por el cambio climático y la pandemia de COVID-19. Millones de personas viven en situación de pobreza; el hambre y la inseguridad van en aumento. Estas amenazas fomentan la desigualdad y la discriminación de género, que en conjunto comprenden lo que el Secretario General de las Naciones Unidas denomina “la injusticia más abrumadora de todo el mundo” para las mujeres y las niñas.
Solamente faltan ocho años hasta 2030 —el punto final de los Objetivos de Desarrollo Sostenible mundiales—, y el mundo va a la zaga en la mayoría de los indicadores de cambio en el marco del Objetivo 5, referente a la igualdad de género. Debemos acelerar el progreso para las mujeres y las niñas. Sin la plena realización de sus derechos, el mundo seguirá sin alcanzar la paz, el desarrollo y la seguridad humana.
Al mismo tiempo, ONU Mujeres, Estados Miembros de las Naciones Unidas, activistas por la igualdad de género y movimientos de mujeres en todas partes no cejan en la búsqueda de la justicia, el desarrollo y la igualdad. Por eso, cuando miro al futuro y contemplo los retos pendientes, soy optimista y creo que podemos superarlos. Las mujeres y las niñas han demostrado, una y otra vez, que no se quedarán atrás. De hecho, son las primeras que propician soluciones que conducen tanto a la igualdad como a beneficios para las sociedades en su totalidad.
La pandemia puso de manifiesto —y acentuó— las graves desigualdades a las que se enfrentan las mujeres. Su situación laboral se deterioró más rápidamente que en el caso de los hombres, permanecieron fuera del mercado laboral durante más tiempo, asumieron mayores cargas del cuidado en el hogar y padecieron un aumento de la violencia doméstica. Sin embargo, la pandemia también demostró hasta qué punto nuestro progreso en el futuro depende de las habilidades y el liderazgo de las mujeres. Ellas mantuvieron en funcionamiento sistemas de atención de la salud, crearon vacunas que salvan vidas y pusieron el trabajo no remunerado en el centro del debate mundial acerca de economías más inclusivas.
ONU Mujeres apoya a las mujeres y las niñas en todas partes —y en toda su diversidad— a fin de acelerar el ritmo del cambio, dejando atrás la desigualdad y la discriminación para abrazar los derechos, el empoderamiento y la autonomía. Nuestro nuevo Plan Estratégico, al que han contribuido las abundantes pruebas y lecciones aprendidas en la primera década de existencia de ONU Mujeres, articula la forma en que tenemos previsto aprovechar todos nuestros puntos fuertes como entidad adalid de la igualdad de género a escala mundial. En los próximos cuatro años recurriremos a nuestro repositorio de expertas y expertos en igualdad de género, el mayor del sistema de las Naciones Unidas. Utilizaremos al máximo nuestra vasta red que vincula a los movimientos de mujeres, los gobiernos, el sistema multilateral, el sector privado, los medios de comunicación y activistas jóvenes, entre otros agentes.
Continuaremos aprovechando nuestro mandato único como organización, a través del cual ayudaremos a definir instrumentos normativos para la igualdad de género, ejecutar programas y coordinar la labor sobre la igualdad de género por parte del sistema de las Naciones Unidas en general y otros organismos.
Gran parte de nuestra ambición depende del éxito de las asociaciones. Damos las gracias a nuestros donantes por hacer posibles nuestros resultados y compartir la responsabilidad de lograr un progreso más rápido. Confiamos en su apoyo continuo y ampliado para alcanzar nuestros objetivos.
Sin duda, poner fin a la desigualdad de género es una de las tareas más arduas del mundo actual. Pero se observa un progreso, tal y como se ilustra en esta edición anual de los aspectos destacados de ONU Mujeres, basados en experiencias que hemos tenido en todo el mundo. Sin embargo, el progreso tiene que ser mucho más rápido. La igualdad está al alcance de la mano, y eso nos debe dar esperanza. Y, lo que es más importante, debe estimular nuestra acción.
Nuestra visión de un mundo con igualdad de género.
mujeres adquirieron habilidades de liderazgo político
países ejecutaron planes de acción y presupuestos en materia de género
países, donde viven 1.600 millones de mujeres y niñas, adoptaron políticas para promover el empoderamiento económico de las mujeres
empresas privadas firmaron los Principios para el empoderamiento de las mujeres
países, que suman 2.500 millones de mujeres y niñas, abordaron normas discriminatorias que favorecen la violencia de género
países, donde viven 2.700 millones de mujeres y niñas, mejoraron los servicios para las sobrevivientes de la violencia de género
países y territorios acordaron planes de acción sobre mujeres, paz y seguridad
de mujeres y niñas se beneficiaron de servicios humanitarios que salvan vidas
entidades de las Naciones Unidas informaron sobre la paridad de género en un panel público
compromisos de cambio fueron adquiridos en el Foro Generación Igualdad
entidades de las Naciones Unidas informaron sobre el progreso en cuestiones de género a través del Plan de acción para todo el sistema sobre la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres (ONU-SWAP 2.0)
para el optimismo
ONU Mujeres es la entidad mundial que defiende la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Actuamos según nuestros estándares, llevamos a cabo actividades de promoción y defensa con pruebas rigurosas y somos líderes gracias a nuestra experiencia. Reunimos a personas y asociaciones intermediarias para acelerar el cambio. En todo el mundo, nuestros programas mejoran la vida de las mujeres al lograr avances concretos hacia la igualdad y el empoderamiento.
Existen numerosas amenazas e incertidumbres, y el momento actual parece desalentador. Sin embargo, en ONU Mujeres ponemos la vista en nuestro entorno y en el futuro. Y creemos que la transformación sigue siendo posible. Todo el mundo tiene un papel que desempeñar en la consecución del cambio; muchas personas ya han dado un paso adelante. He aquí 10 razones para el optimismo, 10 razones para seguir avanzando.
Generación Igualdad Ceremonia de inauguración en París
Más de 50.000 personas respondieron al llamado: ¡actuemos por la igualdad! Se comprometieron a hacer todo lo posible para intensificar las medidas necesarias a fin de materializar la histórica Plataforma de Acción de Beijing de 1995, acordada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. La fuerza movilizadora fue el Foro Generación Igualdad, una iniciativa de dos años organizada por ONU Mujeres a favor de los derechos de las mujeres y las niñas, que culminó en eventos celebrados en Ciudad de México y París en 2021. Hasta allí acudieron feministas y activistas de varias generaciones para expresar su opinión y planificar estrategias. Asimismo, manifestando un decidido compromiso político, asistieron jefas y jefes de Estado y de gobierno, al igual que líderes del sector corporativo y responsables de organizaciones filantrópicas, personas influyentes de los ámbitos cultural y social, y perfiles destacados de las Naciones Unidas. Un conjunto de jóvenes activistas nos desafiaron con una pregunta: “¿Desean unirse a la agenda feminista de la juventud? Porque ahora lo que exigimos es un impacto real y sustancial”.
El Foro animó al grupo de participantes a asumir 1.000 compromisos con acciones ambiciosas para lograr la igualdad de género. Asimismo, se anunciaron inversiones financieras extraordinarias por un valor de 40.000 millones de USD para poner en marcha un progreso acelerado. Las y los participantes tuvieron la oportunidad de crear conjuntamente un Plan de Aceleración Global. Personas de todas las regiones del mundo intercambiaron ideas, entre ellas, jóvenes de Europa y Asia Central, activistas de la Generación Igualdad África y músicos de América Latina y el Caribe.
Actualmente, las compromisarias y los compromisarios están cumpliendo sus promesas. Alentadas por ONU Mujeres, las Coaliciones para la Acción están impulsando el progreso en cuestiones fundamentales para la igualdad de género, desde la autonomía corporal hasta los cuidados no remunerados y la justicia económica. Un nuevo pacto sobre mujeres, paz y seguridad y acción humanitaria cuenta con casi 160 signatarias y signatarios, que están financiando a mujeres líderes para llevar la paz a comunidades con dificultades en la cuenca del lago Chad, promover una mayor financiación y presionar al Consejo de Seguridad y a los gobiernos para que cumplan los compromisos existentes (y pendientes desde hace mucho tiempo) con las mujeres, la paz y la seguridad.
La economía solía entenderse principalmente como un ámbito exclusivo de los hombres. Pero ahora ha llegado la economía feminista. ¿Qué significa? En primer lugar, es la idea de que las economías son algo más que transacciones monetarias que se materializan a través de los mercados. En segundo lugar, que las economías prósperas dependen de algo más que del trabajo para obtener ingresos, ya que incluyen también el trabajo de cuidado de las familias. También significa que necesitamos proteger nuestro planeta, y no sólo explotarlo. Los empleos decentes, la salud y la seguridad alimentaria son fundamentales, no algo opcional.
ONU Mujeres promueve la economía feminista a raíz de una pandemia que ha puesto de relieve lo poco favorable que ha sido la experiencia para las mujeres. En todas partes han perdido empleos con mayor rapidez, han hecho frente a otra pandemia —la violencia doméstica— y han asumido una mayor carga de cuidados no remunerados. A fin de explicar cómo hacer que las economías funcionen sin excluir a nadie, convocamos a un grupo de 100 personas expertas mundiales de las Naciones Unidas, la sociedad civil e instituciones de investigación con el propósito de crear el Plan Feminista para la sostenibilidad y la justicia social. Este plan exige que se reconsideren las políticas económicas y sociales relacionadas con los medios de vida, los cuidados y el medio ambiente, y que se renueve su prioridad. Se trata de un plan para alcanzar un futuro más igualitario y sostenible con ideas prácticas sobre cómo empezar a ponerlo en marcha ahora mismo. ONU Mujeres ya está demostrando el camino que se debe seguir en América Latina y el Caribe, trabajando en estrecha colaboración con la Comisión Económica Regional para ayudar a 11 países a diseñar e implementar sistemas nacionales a fin de prestar servicios de cuidado infantil, entre otros. En 2021, Costa Rica y Paraguay comenzaron a implementar políticas nacionales sobre los cuidados.
Parte del cambio debe obtenerse de una mejor medición. ONU Mujeres está ampliando su programa Las Mujeres Cuentan en 70 países. Las Mujeres Cuentan ayuda a obtener mejores datos sobre las mujeres en la economía y en relación con todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En las Maldivas, por ejemplo, una evaluación de género realizada con la oficina nacional de estadística y entidades privadas proveedoras de telecomunicaciones generó estadísticas que condujeron a la aplicación de nuevas medidas de protección social para las trabajadoras vulnerables y a la mejora de los servicios de salud mental. En México,"una innovadora campaña en redes sociales atrajo la atención del público hacia los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres para encontrar trabajos decentes. En esta campaña —realizada con cámaras ocultas—, se captaba la perplejidad de dos empleadas y un empleado cuando se les pedía trabajar en las condiciones habituales del trabajo doméstico, el cual es realizado mayoritariamente por mujeres.
¿Qué tienen en común la recuperación de la pandemia de COVID-19, los presupuestos nacionales y los sistemas de protección social? Que cada vez se centran más en los problemas específicos a los que se enfrentan las mujeres. De manera lenta pero firme, las prioridades de las mujeres están integrándose en las políticas nacionales establecidas y ONU Mujeres está contribuyendo a liderar el impulso para conseguirlo. Cuando nuestro innovador localizador de políticas sobre la COVID-19, creado en asociación con el PNUD, detectó brechas significativas en las respuestas normativas para satisfacer las necesidades de las mujeres, más de 20 países aplicaron modificaciones para corregirlas. Chile, por ejemplo, puso en marcha subsidios para ayudar a las mujeres empresarias y a las trabajadoras que tienen niñas pequeñas y niños pequeños a cargo. Con la ayuda de ONU Mujeres, Marruecos, Mozambique y Nepal realizaron transferencias de efectivo destinadas a las mujeres gravemente afectadas por la pandemia.
Actualmente, más de 60 países tienen sistemas para controlar hasta qué punto los presupuestos nacionales están en consonancia con las prioridades de la igualdad de género, una medida que ONU Mujeres viene defendiendo desde hace mucho tiempo. Los presupuestos han logrado cambios en Albania, por ejemplo, en forma de mayores subsidios para las agricultoras y la contratación de más policías mujeres. El creciente liderazgo de ONU Mujeres en financiación innovadora ha incluido nuevas directrices sobre bonos para eliminar la brecha de género. Estos se están utilizando en México y como parte del fomento de la inversión con una perspectiva de género en América Latina y el Caribe. En las Naciones Unidas, ONU Mujeres coordina íntegramente el sistema de acción internacional en lo que respecta a diversas cuestiones básicas de igualdad de género, tales como el acceso a la energía, la migración y la violencia contra las mujeres.
A medida que la igualdad de género comienza a integrarse de manera generalizada, lo mismo ocurre, cada vez más, con las mujeres. Si bien todavía queda mucho por recorrer hacia la paridad de género, la tendencia avanza en la dirección correcta. Un número récord de mujeres ocupan cargos políticos y dirigen grandes empresas. Asimismo, las mujeres han liderado la investigación sobre la COVID-19 y, dado que representan la mayoría del personal del ámbito de la salud, han mantenido el correcto funcionamiento de los sistemas sanitarios. Para obtener más información sobre el liderazgo de las mujeres, véase Generations Talk Gender, con perspectivas de Europa y Asia Central. En América Latina y el Caribe, las mujeres están a la vanguardia del llamado a favor de defender los derechos humanos y el cambio transformador.
La justicia depende de la igualdad de condiciones de las mujeres y las niñas ante la ley. Sin embargo, muchos sistemas jurídicos todavía incluyen disposiciones discriminatorias, las cuales pueden limitar los derechos reproductivos de las mujeres o dictaminar con quiénes pueden casarse, si pueden poseer tierras e incluso los trabajos que pueden hacer. No obstante, gracias a determinadas reformas legales, se han observado progresos en los últimos años. ONU Mujeres ha promovido muchos de estos cambios, movilizándose a favor de leyes y prácticas legales justas junto con movimientos de mujeres, parlamentarias y parlamentarios, autoridades judiciales, la policía y otros agentes.
En los últimos cuatro años, hemos trabajado en más de 760 iniciativas de reformas legislativas a escala mundial. La mitad de ellas se ocupaban de leyes manifiestamente discriminatorias. En 44 países, 1.600 millones de mujeres y niñas ya se benefician de leyes y reglamentos que apoyan plenamente su empoderamiento económico, por ejemplo, mediante empleos más seguros y acceso a servicios de atención. En Moldova, la investigación y el activismo de ONU Mujeres sobre lugares de trabajo compatibles con la familia propició en 2021 la aprobación de un proyecto de ley que amplía los servicios de atención prestados por las empleadoras y los empleadores a niñas y niños menores de tres años. En Egipto, la colaboración con la Autoridad Reguladora Financiera está ayudando a establecer nuevas normas que garanticen que las mujeres puedan acceder a herramientas financieras. En este sentido, ONU Mujeres y la Unión Interparlamentaria publicaron un manual que explica conceptos básicos para ayudar a responsables de la legislación de todos los países a adoptar leyes que tengan en cuenta las cuestiones de género.
Si bien la participación de las mujeres en las legislaturas nacionales apenas ha aumentado por encima de una cuarta parte, un número creciente de países cuenta con leyes para lograr el equilibrio de género en las elecciones y la toma de decisiones. La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer —a la que ONU Mujeres presta servicio en calidad de secretaría—, ratificó un ambicioso estándar en 2021, en el que se acordó que todos los países deberían aspirar a la paridad de género. El hecho de contar con una cuota para la participación de las mujeres en Kirguistán dio lugar a unas elecciones locales excepcionales, por las que las mujeres ocupan ahora el 38,7 por ciento de los escaños de los consejos locales, frente a solamente el 10 por ciento anterior.
No hace mucho, prácticamente no se cuestionaba la violencia de género, ni tampoco era objeto de sanción. Las tasas de violencia siguen siendo altas en todas partes, y afectan a una de cada tres mujeres en algún momento de sus vidas. Aumentaron durante los confinamientos ocasionados por la COVID-19. Sin embargo, el compromiso para erradicarla es más visible que nunca. Esto se refleja en leyes más severas, presupuestos de mayor cuantía, servicios más exhaustivos, una concienciación más generalizada y un énfasis mucho mayor en la prevención, además de la marginación de las normas sociales nocivas. En los últimos cuatro años, la labor de promoción y la experiencia de ONU Mujeres han ayudado a 57 países, donde viven 2.500 millones de mujeres y niñas, a fortalecer las estrategias nacionales para poner fin a la violencia. Actualmente, 69 países cuentan con servicios de calidad mejorados para las sobrevivientes.
En 2021, Uganda aprobó reformas legales cruciales, en parte fruto de la colaboración de ONU Mujeres con el movimiento de mujeres en el país. Una de estas reformas protege los derechos de las mujeres a la propiedad, lo cual ha demostrado ser un factor en la reducción de la vulnerabilidad ante la violencia. Otra requiere que la totalidad de empleadoras y empleadores tomen medidas para erradicar el acoso sexual en el lugar de trabajo. Dado que defender una ley es tan importante como aprobarla en primer lugar, ONU Mujeres también apoya a los países en la mejora de la respuesta judicial. En Asia y el Pacífico, hemos liderado la capacitación especializada de fiscales y policías. La promoción creativa también contribuye, como, por ejemplo, la acción con las campañas en Honduras y Uruguay, y a través de una influencer de las redes sociales en Kenya. En los Estados Árabes, ONU Mujeres encabeza la concienciación en torno a la violencia en Internet y lo fácilmente que esta puede convertirse en amenazas físicas y crímenes fuera de Internet.
A escala mundial, ONU Mujeres lidera una campaña para mejorar las pruebas que demuestran el alcance de la violencia de género. Nuestra amplia serie de informes nacionales y mundiales sobre la medición de la pandemia en la sombra durante la COVID-19 mantuvo la cuestión en el debate público y formuló recomendaciones de políticas para mejorar leyes y servicios. Asimismo, asignamos recursos a las mujeres que se enfrentan a varios de los riesgos más acuciantes, como las migrantes en Tailandia y las mujeres rurales e indígenas en Argentina. Las subvenciones del Fondo Fiduciario de la ONU para Eliminar la Violencia contra la Mujer en 2021 ayudaron a las organizaciones de la sociedad civil a aumentar las medidas de prevención de la violencia y respuesta ante ella para 22,5 millones de mujeres y niñas.
La lucha por los derechos de las mujeres y niñas en un Afganistán cambiante
En Ucrania, la guerra ha expulsado a millones de mujeres y niñas de sus hogares y las ha sometido a violaciones y violencia sexual relacionadas con el conflicto. En Afganistán, las mujeres están confinadas en sus hogares y no tienen acceso al trabajo ni a la escuela. Estas son solamente dos de las crisis en todo el mundo que conllevan terribles consecuencias para las mujeres y las niñas. Pero también muestran de manera irrefutable que incluso cuando se oprime a las mujeres, estas siguen levantándose.
“Ha habido mujeres afganas que se convirtieron en ministras, activistas por los derechos de las mujeres, pilotos y atletas, y que lideraron equipos de desarrollo robótico. Y tuvimos que luchar por todo lo que tenemos hoy. Cuando ganas algo, no renuncias a ello. Lucharemos hasta conseguirlo… ya lo verán”, afirmó la exparlamentaria Naheed Farid. Farid formó parte de una delegación de mujeres defensoras de los derechos humanos afganas que habló con miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y otros Estados Miembros poco después de que los talibanes se hicieran con el control de su país. Nuestra experta, desde Kabul, opina sobre cómo ONU Mujeres trabaja con las mujeres afganas —a pesar de todos los obstáculos— para apoyar los movimientos de la sociedad civil y exigir progresos y la rendición de cuentas. Mientras tanto, las constantes actividades de promoción para armonizar la ayuda internacional con los derechos de las mujeres y la igualdad de género han conseguido lograr un mayor impulso.
En Ucrania, la primera evaluación de género del conflicto, llevada a cabo por ONU Mujeres y CARE International, mostró que son las mujeres quienes lideran la respuesta humanitaria en muchas comunidades. ONU Mujeres coordina la inclusión de la igualdad de género en todos los aspectos de la acción humanitaria de las Naciones Unidas y también financia organizaciones de mujeres en el país. Ayudamos a impulsar su esfuerzo incansable y valiente para proporcionar alimentos, refugio, asistencia jurídica, apoyo a la salud mental y otras formas de ayuda a las personas evacuadas y en situación de desplazamiento. A escala mundial, en 2021, ONU Mujeres trabajó con 1.241 organizaciones y grupos locales de mujeres para dirigir la planificación y los servicios humanitarios a fin de llegar a mujeres y niñas afectadas por crisis. En 91 países, ahora se incluyen disposiciones relativas a la igualdad de género en las evaluaciones del riesgo de desastres y de las necesidades posteriores a los desastres. Como resultado, a modo de ejemplo, las mujeres de las zonas rurales de Bangladesh se sienten más seguras y protegidas en sus hogares y medios de subsistencia.
Durante mucho tiempo, las mesas de negociación por la paz han sido un escenario dominado casi exclusivamente por los hombres. En todo el mundo, en la mayoría de las conversaciones formales que se llevan a cabo actualmente, “la paz que falta” trata de la presencia de mujeres en las mesas de negociación, una cuestión abordada por una galardonada campaña de ONU Mujeres en Líbano. Aun así, hay señales de que la situación ha empezado a cambiar favorablemente. Se ha duplicado la proporción de acuerdos de paz con al menos algunas disposiciones sobre igualdad de género, pasando del 13,8 por ciento en 2018 al 28,6 por ciento en 2020, en muchos casos debido a la persuasiva incidencia y defensa de ONU Mujeres a escala mundial y nacional.
Colaboramos estrechamente con grupos de mujeres —incluidas 646 organizaciones de este tipo en 2021— para fomentar la inclusión. Además, el Fondo para la Mujer, la Paz y la Acción Humanitaria, con ONU Mujeres como secretaría, pone recursos en manos de mujeres líderes de la sociedad civil de base en 26 lugares afectados por crisis. En 2021, más de 450 organizaciones utilizaron estos recursos para construir la paz desde cero. En las Naciones Unidas, donde ONU Mujeres coordina la acción sobre la igualdad de género, todos los procesos de paz dirigidos o codirigidos por las Naciones Unidas ahora incluyen a mujeres en los equipos de mediación y las partes negociadoras, consultan a mujeres de la sociedad civil y aplican conocimientos especializados en materia de igualdad de género. Las redes regionales de mujeres mediadoras están abriendo otros espacios para que las mujeres asuman el papel que legítimamente les corresponde en la mediación de la paz.
El progreso también se constata a través del creciente número de juicios históricos que tratan la violencia sexual no como una táctica de guerra sino como un crimen de guerra que debe ser castigado. Un grupo de investigación de ONU Mujeres ha dirigido la documentación de las pruebas para asegurar las condenas. Ya están en marcha los preparativos para que ONU Mujeres despliegue personal experto en igualdad de género para apoyar a la Comisión de Investigación sobre Ucrania. Con cada vez mayor frecuencia, las investigaciones se extienden a nuevos ámbitos debido, por ejemplo, a la escalada de los índices de violencia contra activistas que defienden los derechos humanos de las mujeres, como Laila Lutf Al-Zawr en Yemen.
No es demasiado tarde: acción climática por y para las mujeres
Las mujeres lideran la acción por el clima, desde las calles hasta las salas de juntas corporativas. En Estados Unidos, la Directora General Mindy Lubber insta a quienes lideran el mercado de capitales a estabilizar el clima y hacer que las economías sean inclusivas. En Nepal, Kamala Thapa recuerda al mundo cuánto se puede aprender de las mujeres indígenas para vivir en armonía con la naturaleza. Iva Marković lucha por la justicia ambiental en Serbia. La poesía en vídeo de Hellen Bulugu impulsa la acción por el clima en la República Unida de Tanzanía. ONU Mujeres potencia el liderazgo de las mujeres en la acción por el clima a escala mundial y ha reunido a dirigentes de organizaciones de las Naciones Unidas para defenderlo.
La realidad es que cuando las mujeres están al mando, como en los parlamentos, endurecen medidas como las del control de las emisiones. Si las pequeñas agricultoras tuvieran igual acceso a los recursos productivos, los rendimientos agrícolas aumentarían hasta un 30 por ciento y hasta 150 millones de personas ya no pasarían hambre. Además, la deforestación y las emisiones disminuirían. Consciente de que lo que es bueno para la igualdad de género a menudo lo es también para la justicia climática, ONU Mujeres ha ayudado a casi 450.000 mujeres rurales a lograr un mejor acceso a los activos productivos en los últimos cuatro años. En 47 países, nos hemos unido a 245 organizaciones de mujeres y agentes de resiliencia ante los desastres para ayudar a las mujeres a adaptarse mejor a las secuelas climáticas, por ejemplo, a través de sistemas de alerta meteorológica en Malawi y un sector pesquero resiliente al clima en Marruecos.
Ha pasado mucho tiempo para que las conversaciones mundiales sobre el clima hayan incorporado oficialmente la igualdad de género, pero finalmente está ocurriendo. ONU Mujeres ha trabajado con los gobiernos en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para poner en marcha un plan de acción de género. En 2022, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer acordó un plan para que las y los líderes mundiales promuevan la participación y el liderazgo plenos y en igualdad de condiciones de las mujeres y las niñas en todas las medidas sobre el cambio climático, el medio ambiente y la reducción del riesgo de desastres.
Libres e iguales en dignidad y derechos. Cuando se trata de nuestro cuerpo, tenemos el derecho de decidir. Sin embargo, la discriminación contra el colectivo LGBTIQ+ sigue siendo terrible. Dos mil millones de personas viven en lugares donde ciertas relaciones consentidas y sentimentales son un delito. Las personas LGBTIQ+ son vulnerables al chantaje, el encarcelamiento, la pérdida de empleo, la intimidación, la esterilización forzada y otras violaciones flagrantes de la autonomía corporal.
Sin embargo, hay un cambio de tendencia. En un punto de inflexión generacional, existe un movimiento LGBTIQ+ mundial que defiende los derechos y hace frente a la discriminación. Nunca antes en la historia tantas personas habían podido optar por casarse con la persona que quieren, obtener los servicios de salud que merecen y poder marcar una casilla en un formulario oficial que ofrezca una opción más, sin limitarse a la binaria de masculino o femenino.
ONU Mujeres es la defensora mundial en lo que se refiere a la igualdad de género, y lo hace mostrando solidaridad con todas las personas de diversas orientaciones sexuales, identidades de género, expresiones de género y características sexuales. Hacemos campaña para promover derechos, hablamos libremente sobre cuestiones como lo que significa ser mujer, diseñamos herramientas pioneras como la que garantiza la inclusión en la acción humanitaria y celebramos la diversidad, el coraje y la resiliencia amplificando las voces de las y los activistas. Y compartimos nuestros éxitos, como la apertura de espacios de la sociedad civil en Liberia, la concesión de subvenciones a personas defensoras de los derechos LGBTIQ+ en Brasil e instituciones queer en Líbano. Asimismo, conscientes de su poder, amplificamos las voces, como la del activista LGBTIQ+ de Camboya, Thida Kuy, que afirma: “Como hombre trans, me siento escuchado cuando oigo historias similares a las mías. Creo que el crecimiento en nuestra sociedad solamente puede darse si nos escuchamos”.
En un mundo más pacífico, próspero y justo la igualdad de género beneficia a todas las personas. Cada vez más y más hombres y niños apoyan el feminismo, abogan por la erradicación de la discriminación de género y defienden los derechos de las mujeres y las niñas. A través de HeForShe, un movimiento de solidaridad mundial de las Naciones Unidas para la igualdad de género con su propio manifiesto #IDo de HeForShe, hombres y niños han adquirido más de 2,4 millones de compromisos individuales para el cambio.
El famoso actor turco Kerem Bursin se enorgullece de ser feminista y defensor de la igualdad de género que promueve el fin de las normas tóxicas de género. En Estados Unidos, el actor y cineasta Justin Baldoni insta a los hombres a poner fin a la violencia de género. También lo hacen el cantante Stewart Sukuma en Mozambique y el poeta slammer y autor Sory Diakite en Malí. S. E. Ali Bongo Ondimba defiende la igualdad de género en calidad de Presidente de Gabón. En Fiji, Sani Daoni y Tomu Dari trabajan con comunidades religiosas para rechazar la violencia y abrazar la paz.
ONU Mujeres movilizó al equipo de las Naciones Unidas en Argentina para instar a “compartir los cuidados” en el hogar. En los Balcanes Occidentales, los jugadores de fútbol más populares instan a los hombres a poner fin a la masculinidad tóxica y a cambiar de mentalidad para abrazar la igualdad. En el Foro Generación Igualdad, la Embajadora de Buena Voluntad Anne Hathaway ha promovido un cambio en la forma en que el mundo entiende la prestación de cuidados. Por otro lado, usuarias y usuarios de redes sociales en Asia y el Pacífico han intercambiado soluciones para romper los mitos de género. Esas tácticas funcionan, y así lo confirman datos mundiales que sugieren que la aceptación social de la violencia física contra la esposa está en declive. Esto se ha propiciado en parte por los llamados de ONU Mujeres a favor de la prevención, la transformación de las normas sociales y la participación de hombres y niños. En otras palabras, el cambio está en marcha.
En 2021, ONU Mujeres recibió 556,3 millones de USD en contribuciones, el tercer año de aumentos sucesivos y un récord histórico para la organización.
Damos las gracias a nuestros 179 socios en la financiación por sus generosas contribuciones, a pesar de ser este un momento difícil para la financiación. Su apoyo nos ha permitido seguir impulsando la agenda mundial para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
Expresamos un agradecimiento especial a Francia, India, Irlanda, Luxemburgo, Noruega y Estados Unidos de América por el aumento de sus contribuciones a los recursos ordinarios; a nuestros cinco principales socios en la financiación: la Comisión Europea, Finlandia, la Oficina de los Fondos Fiduciarios de Asociados Múltiples, Noruega y Suecia, y a nuestros cinco principales aliados del sector privado: la Fundación Alipay, la Fundación BHP Billiton, la Fundación Bill y Melinda Gates, De Beers PLC y el Comité Nacional de Islandia.
En los últimos cuatro años, ONU Mujeres ha establecido una estructura corporativa cada vez más eficiente, eficaz y responsable, basada en sólidos procesos operativos. En 2021, recibimos nuestra décima opinión de auditoría consecutiva y aplicamos todas las recomendaciones anteriores, todo un logro. A pesar de las adversidades causadas por la COVID-19, unos robustos planes de continuidad institucional y medidas de mitigación de los riesgos han permitido mantener un desempeño general uniforme, lo que garantiza la estabilidad de la confianza.
Al embarcarnos en nuestro nuevo Plan Estratégico para 2022-2025, confiamos en que nuestras entidades socias proporcionen recursos de forma flexible y predecible para apoyar nuestros esfuerzos mundiales por lograr avances concretos en materia de igualdad de género y empoderamiento en las vidas de las mujeres y las niñas, y hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para todas y todos.
de contribuciones voluntarias
de recursos ordinarios
de otros recursos
socios en la financiación
Estados Miembros de las Naciones Unidas
socios del sector privado aportaron 21,7 millones de USD
medios de comunicación se unieron al Pacto de Medios
líderes de la industria publicitaria apoyan la Unstereotype Alliance
empresas firmaron los Principios para el empoderamiento de las mujeres