Desde mi perspectiva: Sonja Dimitrijoska

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Sonja Dimitrijoska. Photo: UN Women/Mirjana Nedeva

Fotografía: ONU Mujeres/Mirjana Nedeva

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Pese a que el trabajo puede ser muy intenso y estresante, me encanta lo que hago. Empecé mi trayectoria profesional como trabajadora humanitaria en el centro de tránsito de personas refugiadas de Tabanovce* [ex República Yugoslava de Macedonia] en octubre de 2015. Los trenes llegaban cada dos o tres horas y cada día recibíamos a cerca de 10.000 personas y despedíamos a otras tantas. Mi labor consistía en dar instrucciones a esas personas y ayudar a dar respuesta a sus necesidades de atención médica o social. Inicialmente el mayor reto consistió en priorizar y coordinar con rapidez las respuestas a las necesidades de las personas refugiadas. Sólo estábamos dos personas por turno. Más tarde, este número aumentó a siete u ocho personas.

No hay nada más duro que ver sufrir a alguien cuando tu capacidad para prestarle ayuda es limitada en todos los aspectos. Sientes que tu trabajo sirve de muy poco y que se podría hacer mucho más. He encontrado algunas formas de hacer frente al estrés, como hacer ejercicios de respiración, escuchar música, pintar o escribir.

Soy psicóloga, por lo que mi principal función consiste en ofrecer atención psicosocial a las mujeres refugiadas. Las mujeres suelen acudir a mí para que les ayude a aliviar el estrés que les provoca el hecho de viajar, aunque también he tenido casos de mujeres sobrevivientes de violencia. He descubierto que la comunicación no verbal es un lenguaje universal y que es comprensible en cualquier idioma. A veces puedo entenderlas incluso sin hablar su lengua. He aprendido que, con empatía y sinceridad, las personas pueden abrirse unas a otras.

En la actualidad prestamos otros servicios, como clases de inglés, árabe y farsi para las niñas y los niños. Me gusta ayudar a otras personas y me encantaría seguir haciendo lo que hago en el futuro”.


ODS 10: Reducción de las desigualdades

Sonja Dimitrijoska tiene 39 años y procede de la ex República Yugoslava de Macedonia. Trabaja como profesional de la asistencia humanitaria para la ONG La Strada, una organización asociada a ONU Mujeres y Oxfam, en su trabajo conjunto dirigido a ofrecer apoyo a las mujeres y niñas refugiadas en los centros de tránsito de los Balcanes Occidentales. Este trabajo guarda relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluido el ODS núm. 10 relativo a la reducción de las desigualdades, que busca facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas; y con el ODS núm. 16, que pretende promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible.

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*El centro de tránsito de personas refugiadas de Tabanovce, ubicado en la ciudad de Kumanovo, en el norte de la ex República Yugoslava de Macedonia, se encuentra próximo a la frontera con Serbia. Los refugiados llegan desde Siria tras atravesar Turquía y Grecia; su objetivo es cruzar Serbia para acceder al norte de Europa.