Discurso de apertura de Michelle Bachelet en la Conferencia de inversionistas empresariales para África

Fecha:

Discurso de Michelle Bachelet, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, en la Conferencia de los inversionistas empresariales para África, organizada por el Instituto África-América, Nueva York, 27 de septiembre de 2012.

[Cotejar con el texto pronunciado]

Gracias, Mora y Kofi Appenteng del Instituto África-América por organizar esta importante conferencia. Bienvenidos a todos.

Me llena de alegría que las dos mujeres líderes de África hayan sido reconocidas en la Gala de anoche por su liderazgo ejemplar.

Quiero felicitar al Instituto África-América por su trabajo de fortalecimiento de las capacidades humanas en África. Han trabajado junto a muchos socios y organismos de la ONU en su historia. ONU Mujeres tiene el enorme placer en patrocinar el panel conjunto con la Asociación Cristiana de Mujeres Jóvenes esta tarde sobre el tema de las jóvenes empresarias y la creación de empleo.

Permítanme dedicar unos minutos a hacer algunas reflexiones sobre por qué es tan importante liberar el potencial de las mujeres para crear empleo y lograr el crecimiento económico.

¡África está cambiando! En la última década, África ha sido la segunda región con el crecimiento más rápido del mundo. La pobreza está disminuyendo y el pronóstico para 2012 es de un crecimiento del PIB aún mayor -hasta el 4,8 por ciento- que es superior al de las economías avanzadas.

Sin embargo, África no está aislada de la crisis económica mundial. Como todas las regiones, África tiene que crear economías más robustas que puedan absorber mejor las crisis. Las economías sólidas se apoyan en el crecimiento inclusivo y en estándares superiores de nivel de vida para todos. Los cambios alentadores que hemos visto en los últimos años (más empleos, salarios superiores y mayores oportunidades) ahora pueden ampliarse para que lleguen a más personas. Es hora de liberar el pleno potencial de las mujeres.

Las mujeres quieren los mismos derechos, las mismas oportunidades y la misma participación. Las mujeres se centran sobre todo en empresas pequeñas y medianas, y hoy en día son propietarias del 25 por ciento de las pequeñas y medianas empresas de África subsahariana. Muchas mujeres todavía no tienen el derecho a ser propietarias o a heredar tierras y su acceso a los préstamos bancarios sigue siendo limitado.

Los estudios muestran que si se subsana la brecha entre los niveles de empleo de hombres y mujeres, se aumentará el PIB de casi todas las economías. Las mujeres todavía trabajan más que los hombres en el sector informal, en empleos que son a tiempo parcial y que son más vulnerables. Las mujeres ganan menos que los hombres en todo el mundo por el mismo trabajo, y esta brecha de género se incrementa cuando tienen puestos de mayor responsabilidad. Es hora de eliminar las barreras y abrir las oportunidades a las mujeres.

La población africana tiene una mano de obra joven en pleno crecimiento. Se espera que aumente en 122 millones de trabajadores entre 2010 y 2020. Eso quiere decir 122 millones de personas que pueden transformar totalmente al continente en los próximos años. Si en esos 122 millones los hombres y las mujeres participan sobre un pie de igualdad en la economía, África gozará de más talento, creatividad y potencial de crecimiento.

Lo que ganan las mujeres económicamente cunde mucho: generalmente vuelven a invertir hasta el 90 por ciento de sus ingresos en sus hijos y familias. Cuando las mujeres son responsables de la economía, hay un efecto multiplicador: se traduce en mejor salud, mejor educación y más bienestar para las familias y las generaciones futuras.

Las mujeres de todo el mundo han demostrado claramente sus capacidades como innovadoras, empresarias y contribuyentes al crecimiento y la recuperación económica. Imagínense lo que podrían hacer las mujeres si quitásemos todas las barreras y desigualdades. En ONU Mujeres creemos firmemente en el alcance del potencial económico de las mujeres, y es ésa la razón por la que hemos apoyado las instituciones de microfinanzas, la capacitación de miles de mujeres en materia de mercadotecnia y de gestión de empresas, y las nuevas políticas de apoyo a las empresarias en 20 países en África.

Para que los países puedan sacar partido de su talento, tienen que tomar medidas proactivas. Las políticas y leyes equitativas pueden hacer posible que las mujeres inicien una empresa y las pueden proteger de discriminación en el lugar de trabajo. Toda la economía se beneficia cuando las mujeres acceden a la educación y la formación. Asimismo, las mujeres podrán participar plenamente en el mercado del trabajo si los hombres y las mujeres comparten responsabilidades en la casa como la cocina, la limpieza y el cuidado de los hijos.

De esos 122 millones de nuevos trabajadores en África, muchos son mujeres empresarias, pero ellas necesitan apoyo para comenzar sus empresas y, cuando lo hagan, crearán más oportunidades de empleo para otras mujeres, para los hombres y para los jóvenes.

También podemos hacer más por las productoras si les ofrecemos soluciones como un mejor acceso a la información actualizada de los mercados, así como herramientas y bienes que aumenten su productividad y agreguen valor a sus productos. Los estudios indican que las compañías que tienen una mayor cantidad de mujeres en puestos de dirección y de toma de decisiones son las compañías que se desempeñan mejor. Soy una firme defensora de las medidas especiales temporales como las cuotas, hasta que se pueda alcanzar la paridad.

No podemos imaginar cómo sería el mundo si las mujeres pudiesen realizar su potencial económico. Sin embargo, los gobiernos no lo pueden lograr por sí solos. Necesitamos del sector privado, especialmente de las líderes empresariales. En calidad de patrocinadoras y posibles empleadoras, las compañías privadas pueden influenciar las políticas nacionales de empleo y establecer estándares de igualdad de género para toda la industria.

Ésa es la razón por la que ONU Mujeres se ha asociado con el Pacto Mundial de la ONU para promover los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres, que ofrecen guía para el sector privado sobre cómo empoderar a las mujeres en el trabajo, los mercados y la comunidad. Hasta ahora más de 400 compañías se han adherido. Hace sólo unos días, la Ministra de la Mujer, la Niñez y las Personas con Discapacidad de Sudáfrica hizo un llamado a los directores ejecutivos de su país para que sigan el ejemplo de esos 400 CEO y pasen a la acción para nombrar a más sudafricanas a los puestos superiores en el mundo empresarial. Insto a todos ustedes a que hagan lo mismo.

Juntos podemos aumentar las oportunidades, cambiar las leyes y las políticas y crear una cultura de igualdad y de responsabilidades compartidas entre las mujeres y los hombres, con el fin de que realicen su potencial. Si abrimos oportunidades para las mujeres en África, permitimos que prospere el talento empresarial de las mujeres y que establezcan empresas exitosas que creen empleo y estimulen la economía, y lograremos que el crecimiento económico sea aún mayor.

Hay una nueva imagen de la joven del siglo XXI: está bien educada, preparada para tener un empleo seguro con un salario justo. Es libre de tomar decisiones importantes como cuándo y con quién casarse, y cuándo y cuántos hijos tener. Es activa en su comunidad y en la vida pública. Ésta es la imagen de la mitad de los trabajadores que hay que promover en África: son las mujeres y las niñas que cuentan con un futuro de oportunidades económicas y que están listas para que África siga creciendo y avanzando.

Les deseo éxito con la conferencia y espero ansiosa los resultados de los debates y las estrategias de creación de empleo en África. ¡ONU Mujeres está con ustedes!

Muchas gracias.