Estados de América Latina y el Caribe reconocen la necesidad de incluir la igualdad de género en la agenda de desarrollo post-2015

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Al cierre de la 12ª Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, las y los representantes de los Estados miembros y asociados de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) adoptaron el Consenso de Santo Domingo.

La Conferencia Regional centró su debate en temas de igualdad de género y el uso de nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) para el empoderamiento de la mujer. Tras la interacción y debate de representantes de gobiernos, sociedad civil, agencias del sistema de Naciones Unidas y sector privado, los Estados firmantes del Consenso se comprometieron a trabajar para que la sociedad de la información y del conocimiento fomente la autonomía económica de las mujeres y su plena participación, en condiciones de igualdad. El texto adoptado incluye referencias y compromisos en temas de empleo productivo, acceso de las mujeres a servicios financieros y la redistribución de las tareas de cuidado.

El Consenso enfatiza la oportunidad que representa el debate mundial para la formulación de un nuevo marco internacional de desarrollo, incluyendo la nueva agenda para el desarrollo post-2015 a fin de impulsar cambios duraderos en la igualdad de las mujeres y enfatiza la necesidad de incluir, tanto en un objetivo específico como en el conjunto de los objetivos, la igualdad de género con el fin de asegurar un desarrollo con enfoque de derechos.

Sobre este tema ONU Mujeres propone  la adopción de un objetivo independiente que aborde el logro de la igualdad de género, los derechos de las mujeres y su empoderamiento atendiendo tres áreas prioritarias: prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, lograr que mujeres y hombres tengan igualdad de oportunidades, recursos y responsabilidades y asegurar que la voz de las mujeres sea escuchada en pro de una participación significativa e inclusiva en todos los ámbitos, públicos y privados.

El texto final también destaca que la autonomía de las mujeres es un factor esencial para garantizar el ejercicio de sus derechos humanos en un contexto de plena igualdad y, en particular, que el control sobre su cuerpo, su salud integral y el derecho a una vida libre de violencia (autonomía física), el acceso a la tierra y la capacidad de generar recursos propios (autonomía económica) y la plena participación en la toma de decisiones que afectan su vida y su colectividad (autonomía en la toma de decisiones) .

El Consenso de Santo Domingo solicita que los acuerdos alcanzados en la Conferencia Regional se incorporen en los acuerdos convenidos del 58º período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), e insta ONU Mujeres, en cumplimiento de su mandato, propicie que los organismos de cooperación prioricen las agendas nacionales en la cooperación, desde una mirada integradora, estableciendo las coordinaciones interinstitucionales necesarias.