Los consejos ciudadanos se reúnen en Nairobi para conocer las experiencias innovadoras que hacen de las ciudades lugares más seguros

Fecha:

Las autoridades municipales de ocho ciudades de alrededor del mundo se reunieron esta semana en Nairobi con el objetivo de hacer avanzar el desarrollo de programas concretos para hacer que las ciudades sean más seguras y sostenibles, poniendo un énfasis especial en las mujeres, los jóvenes y los niños.

La reunión fue patrocinada por ONU-Hábitat que, junto a UNICEF y a ONU Mujeres, dirige el programa quinquenal “Ciudades seguras y amistosas para todos. Este programa tiene por objetivo hacer que los espacios públicos sean más seguros y accesibles para las mujeres, los jóvenes y los niños en barrios de ocho ciudades piloto: Beirut, en Líbano; Dusambé, en Tayikistán; Manila, en Filipinas; Marrakech, en Marruecos; Nairobi, en Kenya; Río de Janeiro, en Brasil; San José, en Costa Rica; y Tegucigalpa, en Honduras.

Durante la ceremonia de apertura del taller se señaló que “por primera vez en la historia, hay más personas viviendo en las ciudades que en otros lugares. Las ciudades tienen el potencial de hacer que los países sean dinámicos y prosperen. Los desafíos de la pobreza, la desigualdad, la inseguridad, la degradación medioambiental y el cambio climático tienen todos relación con la seguridad de las ciudades, libres del delito y la violencia, que puede ser atendida mediante la planificación y gestión urbana emprendedora, una buena gobernanza y la legislación urbana.

Los expertos presentes en la sesión de apertura hablaron de dos ejemplos exitosos: la municipalidad de Quito, que recientemente amplió el alcance de la Ordenanza Ciudadana sobre la violencia de género mediante la integración del acoso sexual en los espacios públicos, y la ciudad de Quezón, Metro Manila, donde se promulgaron los Códigos de Género y Desarrollo así como los Códigos locales sobre la infancia, aplicando así a nivel local la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. En El Cairo, las auditorías para la seguridad de las mujeres han sido incorporadas a los procesos de planificación del Ministerio egipcio de la Vivienda, los Servicios Públicos y el Desarrollo Urbano. En Nairobi, por otra parte, los jóvenes están dando a conocer sus inquietudes en materia de seguridad y utilizándolas para negociar con éxito entornos más seguros, limpios y saludables.

Representantes de Ciudad del Cabo, Durban, Abiyán y Dhaka que están llevando a cabo iniciativas de “ciudades seguras de manera exitosa, también están participando en la reunión de Nairobi para compartir experiencias, retos y soluciones. Las autoridades municipales de las ocho ciudades participantes en el programa conjunto se reunieron en Nairobi para compartir experiencias y aprender de estos enfoques prometedores y eficaces a medida que avanzan en la creación de sus propias iniciativas integrales basadas en resultados.

Las lecciones aprendidas hasta ahora incluyen:

  • Políticas municipales y planes urbanos holísticos que incorporen adecuadamente las necesidades de las mujeres, de los niños y de los jóvenes: calles seguras, acceso a los servicios básicos y verdadera apropiación en sus comunidades;
  • Sólo cuando la seguridad es considerada parte integral del funcionamiento de una ciudad puede haber un impacto en la reducción de los delitos y la violencia; por lo tanto, la seguridad debe formar parte integral de la planificación, la gestión y la gobernanza de la ciudad;
  • Una mejor iluminación de las calles, una mejor señalización y espacios públicos más limpios y aptos para las mujeres y los niños pueden reducir y prevenir los delitos y la violencia, así como aumentar el sentido de apropiación en las comunidades;
  • La recopilación de información llevada a cabo por la comunidad, incluyendo los esfuerzos innovadores como el mapeo de áreas inseguras mediante la mensajería de textos y el uso de sistemas de información geográfica, ayudan a los gobiernos locales y a las ciudades a tomar medidas específicas para que las ciudades sean más seguras;
  • Las auditorías conjuntas de seguridad -con las autoridades locales, la policía, las mujeres y los jóvenes- pueden empoderar a las comunidades mediante la generación de conocimientos basados en la experiencia y contribuir al diseño de políticas y medidas prácticas en materia de seguridad.
  • Los comités dirigidos por mujeres y jóvenes para dar seguimiento a las respuestas ante la violencia y la delincuencia, y para fomentar una mayor participación de funcionarias electas y de profesionales urbanas, pueden dar resultados.

Los estudios preliminares realizados en 2011 por ONU Mujeres en cinco capitales importantes muestran que las mujeres y las niñas sufren de acoso sexual o de violencia en los espacios públicos diariamente, y que se cuenta con pocas herramientas y recursos para atender dicho problema.

El Estado Mundial de la Infancia 2012, elaborado por UNICEF, revela que cientos de millones de niños y adolescentes son víctimas de violencia diariamente; la exposición crónica a la violencia se ha vinculado a las tasas de deserción de la escuela secundaria, a la depresión y a los obstáculos en su desarrollo. El informe hace hincapié en que la violencia perpetúa el ciclo de la pobreza, creando barreras para acceder a los servicios más básicos y necesarios para la supervivencia de las mujeres, de los niños y de los jóvenes.

Si bien el reto de la violencia urbana a nivel mundial es considerable, existen soluciones que las ciudades participantes en este programa conjunto están revelando y poniendo a prueba a nivel de los gobiernos y comunidades locales.