Las niñas superan la brecha digital de género en América Central

Con apoyo del Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres, cerca de 3.000 niñas y jóvenes en Costa Rica y la Republica Dominicana están utilizando la tecnología y aplicando estrategias innovadoras para lograr la igualdad de género en áreas dominadas por los hombres.

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“Como mujeres, podemos ser lo que queramos. Yo voy a ser ingeniera o contadora, porque las matemáticas son divertidas. Todo lleva a las matemáticas”, afirmó Helen Ulloa, estudiante de 11 años de Santo Domingo, República Dominicana, que participó en un campamento de matemáticas organizado por el Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF) con el respaldo del Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres.

En la República Dominicana, adolescentes y niñas de tan sólo 11 años estudian robótica, mecánica automotriz, programación informática y electrónica.
En la República Dominicana, adolescentes y niñas de tan sólo 11 años estudian robótica, mecánica automotriz, programación informática y electrónica. Foto cortesía del Fondo para la Igualdad de Género.

Junto con otras 349 niñas y adolescentes, Helen participó en los primeros clubes de ciencia y tecnología organizados por la República Dominicana. Estos clubes, que comenzaron su actividad en 2010 con el respaldo del Fondo, brindan espacios interactivos para despertar el interés académico y capacitar a las niñas en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Adolescentes y niñas de tan sólo 11 años estudian robótica, mecánica automotriz, programación informática y electrónica. Los clubes están despertando el interés de las jóvenes en estas áreas históricamente dominadas por los hombres. Además, elevan su autoestima, fomentan sus habilidades de liderazgo y su capacidad de trabajar en equipo.

Entre otras estrategias clave, se encuentra la de familiarizar a las niñas con el conocimiento y las herramientas de tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC), además de capacitarlas en aptitudes prácticas para aplicarlas. De esta manera, se garantiza que no queden excluidas de las oportunidades de desarrollo profesional y de la innovación de la revolución digital, a la vez que se supera la brecha digital de género existente.

Tal como destacó la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, en su discurso de apertura en la Semana del Aprendizaje Móvil 2015: aprovechar la tecnología para empoderar a las mujeres y las niñas:“Puede utilizarse la tecnología para aprovechar un dividendo demográfico dada la predominancia de jóvenes en la población de los países en desarrollo: las y los jóvenes son usuarios entusiastas y tempranos de la tecnología”. Niñas de todo el mundo están recibiendo formación profesional en las TIC. Asimismo, están convirtiéndose en activistas, influyendo en sus compañeras y compañeros y sus comunidades.

Las organizaciones beneficiarias del Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres trabajan con las niñas para combatir los estereotipos de género y lograr cambios a largo plazo. Las jóvenes son las beneficiarias en casi el 40 por ciento de los programas respaldados por el Fondo. Con más capacidades y confianza en sí mismas, las nuevas generaciones de mujeres pueden crecer sin prejuicios de género desde pequeñas y convertirse en actoras de su propio empoderamiento en todos los ámbitos de sus vidas. Por lo general, los programas atraen a jóvenes mediante el deporte, los medios sociales, las campañas publicitarias y los eventos culturales, entre ellos, las obras de teatro y los espectáculos musicales. Del total de los programas, el 13 por ciento emplea mentorías dirigidas principalmente a mujeres jóvenes.

Una niña de Costa Rica muestra una aplicacion de smartphone para las niñas. Foto cortesía del Fondo para la Igualdad de Género.
Una niña de Costa Rica muestra una aplicacion de smartphone para las niñas. Foto cortesía del Fondo para la Igualdad de Género.

En Costa Rica, Sulá Batsú (que significa “espíritu creativo” en el idioma indígena Bri Bri), una cooperativa beneficiaria del Fondo, anima a las alumnas de zonas rurales desfavorecidas a involucrarse en la ciencia y la tecnología, y a despertar el interés de sus compañeras. Las niñas han llenado las paredes de las escuelas con coloridas y llamativas imágenes de científicas acompañadas de mensajes como “No importa los años que tengas, con valor y esfuerzo puedes lograr grandes cosas”.

Entre otros logros, esta iniciativa hace que alumnas y graduadas en tecnología se transformen en emprendedoras en TIC. Con el eslogan Programamos en código femenino”, Sulá Batsú convocó el primer “Hackathon” femenino en América Central en 2014. Cuarenta y cinco adolescentes y mujeres jóvenes se reunieron para desarrollar aplicaciones de software para teléfonos móviles, tabletas y ordenadores. Estas aplicaciones abordaban problemas de sus comunidades rurales, como el abandono escolar temprano y el embarazo en adolescentes.

La participante Ericka Ramírez, estudiante universitaria de cuarto año de la carrera de ingeniería en computación, se consagró como emprendedora social activa con el enfoque puesto en promover la educación y evitar el abandono escolar. Junto con otras colegas, desarrolló software personalizado para asistir a estudiantes con necesidades especiales. También desarrolló una aplicación de búsqueda de libros de textos con perspectiva de género.

“Sabía de la importancia que tenían las mujeres en la tecnología”, afirmó la Sra. Ramírez, luego de presentar su proyecto ante un público internacional en la Semana del Aprendizaje Móvil, organizada por ONU Mujeres y la UNESCO en París, en febrero de 2015. “Entendí que, gracias a la tecnología, podemos resolver los problemas que sufren los países… Trato de que las mujeres se involucren en la tecnología porque todas somos parte del cambio, de la solución”.

Hasta ahora, el programa ha beneficiado directamente a más de 1.700 personas en Costa Rica —como estudiantes, maestras y maestros, madres y padres, profesionales de TIC y personas del mundo académico—, mientras que en la República Dominicana el programa ha beneficiado a casi 1.200.